Lo mejor que ver y hacer en Cascais (Portugal)

Ya sabes que un viaje a Lisboa, en Portugal, siempre estará incompleto si no visitas sus alrededores.

Ahora hemos tenido la ocasión de volver a viajar a Lisboa, una ciudad que siempre ofrece alicientes para regresar.

En visitas anteriores nos quedamos con las ganas de seguir descubriendo sus alrededores, y en esta ocasión hemos podido profundizar en el conocimiento de la localidad de Cascais.

Curiosidades de la historia de Cascais

De cara a su visita, debes saber que a lo largo de la historia, la costa de Cascais era lo primero que veían los barcos cuando entraban en el estuario del Tajo para recalar en el puerto de Lisboa.

Y también era la última imagen que se llevaban de Portugal a la hora de marchar.

Pero, sobre todo, Cascais se ganó la imagen de una zona residencial de alto nivel durante la época en que, a partir de la década de los 30 del pasado siglo, fue residencia de reyes.

Hasta el punto de que en Cascais coincidieron los representantes exiliados de varias monarquías no solo europeas.

Monarcas exiliados en Cascais

La presencia en Cascais del rey Humberto de Italia, los reyes de Bulgaria, los archiduques de Austria y Hungría y los príncipes de Japón convirtieron a este pueblo costero en un destino para la clase alta europea, compitiendo incluso con otros lugares como Mónaco.

Como sabrás, Cascais y Estoril también fueron los lugares donde Don Juan, padre del actual rey emérito de España, Don Juan Carlos, residió durante muchos años, y donde este último vivió su infancia.

Cómo ir a Cascais desde Lisboa

Cascais se encuentra a escasos 20 minutos del centro de Lisboa.

Si vas en coche podrás disfrutar del camino que va bordeando el estuario del río Tajo o puedes optar por la otra ruta alternativa que es ir por autopista interior.

El tiempo es parecido, pero el camino costero tiene un encanto especial, se trata de la carretera que los lisboetas usan para hacer excursiones los fines de semana a Estoril, Cascais y Sintra.

Si quieres ir en trasporte público, puedes coger el tren que sale de la estación de Cais do Sodre en Lisboa y llega al centro de la localidad de Cascais.

El tren tarda unos 30 minutos, dependiendo de las paradas, y su billete cuesta algo más de 4 euros, un viaje de ida y otro de vuelta que, por cierto se compran, por separado.

El tren hace algunas paradas interesantes en la Torre de Belem y en Estoril.

Que ver y hacer en la visita de Cascais

En la actualidad Cascais es una radiante villa, con calles y edificios muy cuidados, donde abundan los palacetes y los hoteles de cinco estrellas.

Destaca su recoleta playa urbana que se abre en una bahía donde aún recalan pequeños barcos de pesca.

Todo con un estilo muy señorial.

Lo primero que nos dimos cuenta al llegar es la influencia de la luz y del mar en todos sus aspectos.

La mayoría de sus calles estas construidas sobre los clásicos y bonitos empedrados portugueses, y las fachadas resaltan por los mosaicos de azulejos tan característicos que hacen que refleje aun más la luz del sol.

Es una villa que tiene más de 300 días de sol con unos alrededores boscosos y un clima muy suave que ofrece muchas opciones turísticas.

Fortaleza con Pousada de Cascais

Lo primero que recomendaría visitar es la Pousada de Cascais en la ciudadela.

Se trata de una antigua fortaleza que corona la ciudad y que ha sido reconvertida en un hotel perteneciente a la red de Pousadas.

Al igual que los Paradores en España, son edificios históricos reconstruidos por el Estado para convertirlos en hoteles que mantienen el encanto original de la construcción.

Puerto de Cascais

Mirando desde la Pousada hacia el mar, nos encontramos el puerto, el cual presenta dos partes bien definidas, las cuales descubres cuando caminas a lo largo del paseo marítimo.

Por un lado, la zona deportiva con sus barcos de recreo, y por otro lado, la zona de puerto pesquero donde se pueden ver las nasas de pesca de pulpo y diferentes aparejos que usan los pescadores.

Estatua Carlos I de Portugal en Cascais

Siguiendo por el paseo marítimo saliendo desde la zona portuaria, nos encontramos mientras caminamos hacia el centro histórico la estatua de bronce de Carlos I de Portugal mirando la villa desde lo alto.

Es un rincón, con las bonitas vistas de la bahía con sus barcos, donde seguramente te animarás a hacer una foto de recuerdo.

Faro de Santa Marta en Cascais

Un rincón que sin duda tras tu visita asociarás a la imagen de Cascais es el Faro de Santa Marta.

Para llegar a Lisboa los navegantes tenían que pasar por Cascais antes de entrar al estuario del Tajo.

Aquí es donde encontramos la gran importancia de este faro para toda la zona.

El faro se puede visitar, por lo que podrás subir lo alto del mismo para ver una bonita panorámica de Cascais.

Pero para mí lo más importante de esta visita son las salas que se encuentran en la parte baja del recinto donde han habilitado un museo del Faro.

Allí pudimos ver como el faro guiaba a los barcos en función de su calado, ya que la entrada al estuario tiene zonas de mar con muy poca profundidad.

Dependiendo del tamaño del barco, estos debían encarar de diferentes formas su acceso para poder llegar a Lisboa y no encallar en las costas de Cascais.

Además podrás ver lentes y objetos usados originalmente en los faros, además de curiosidades de todo tipo sobre los puertos, con lo que resulta una visita muy interesante.

Palacio Condes Castro de Guimaraes en Cascais

El de los Condes Castro de Guimaraes es un palacio de principios del siglo XX, el cual se encuentra rodeado por unos jardines de estilo inglés dentro del parque Marechal Carmona.

Del edificio de estilo arquitectónico revivalista neomanuelino construido en 1900 cabe destacar la Torre de San Sebastián que lo preside.

Ahora alberga uno de los museos que puedes visitar en Cascais y sus alrededores, el cual está dedicado a una muy colección artística, con mobiliario de estilo indo-portugués, vestigios arqueológicos y una gran biblioteca.

Plaza del Ayuntamiento de Cascais

El centro neurálgico y arteria principal de la localidad de Cascais es su plaza del Ayuntamiento, conocida como plaza 5 de Octubre.

Situada frente a la playa, desde ella se abren las principales calles comerciales y por ella discurre la carretera de la costa que desde Lisboa llega a Cascais.

Casas de pescadores en Cascais

Si sigues caminando a lo largo del paseo marítimo desde la estatua de Carlos I o desde la fortaleza, te empezarás a encontrar casas que reflejan el poder económico de la época en la que las altas élites vivían allí.

Si sigues bordeando la costa te encontrarás las antiguas casas de pescadores.

Se trata de casas bajas con impresionantes vistas al mar y con accesos a las distintas playas que se pueden encontrar a lo largo de la bahía.

Reconstruidas en su interior, mantienen el encanto exterior, y ahora son solo accesibles para los bolsillos más pudientes.

Mercado de la Villa de Cascais

Si bien algunas de sus zonas se abren todos los días, para disfrutar del colorido y mayor encanto del mercado de la Villa de Cascais has de visitarlo los miércoles y los sábados, que es cuando se colocan todos los puestos de productos frescos.

Es un mercado que nos ha gustado mucho por la variedad de productos de huerta que podemos comprar, destacando además la zona de pescaderías.

En la misma encuentras un restaurante en el que puedes comer el pescado comprado previamente en los puestos.

Boca del Infierno en Cascais

Una maravilla que ha creado la naturaleza en Cascais es la denominada Boca del Infierno, resultado de la fuerza con que las olas del mar han abierto una entrada de agua a través de las rocas en una zona de acantilados.

La erosión ha formado un puente natural de piedra bajo el que las olas discurren con fuerza y hasta frenarse bruscamente con una pared de piedra, saltando el agua y gran ruido con gran brusquedad durante las tormentas.

A destacar que justo  en la entrada de este entorno hay un restaurante, “Mar do inferno“, donde tuvimos la ocasión de disfrutar de una comida que realmente nos encantó.

Playa de Guincho cerca de Cascais

Ya fuera del centro urbano de Cascais, hacia el oeste encontrarás el parque natural de Cascais a poco más de 10 minutos en coche (también se puede llegar en autobús de línea que sale desde dicho centro)

Es una zona donde la naturaleza, las dunas y la fuerza del Atlántico crean un paraje realmente impresionante, una playa golpeada ya directamente por el mar con grandes líneas de olas que la convierten en un enclave ideal para surfistas.

Allí puedes encontrar el Hotel Fortaleza do Guincho que tiene unas vistas impresionantes.

Me quedé con las ganas de coincidir en el mismo durante una tormenta, porque al estar situado en lo alto de un acantilado donde impacta el mar, según nos comentaron, cuando llega un temporal, el agua salta hasta el restaurante.

Hoteles en Cascais

Finalmente merece la pena destacar la gran oferta de buenos hoteles que hay en Cascais.

Para los que os gusten los hoteles con campos de golf, seguro que Cascais os va a encantar.

Además su puedes viajar fuera de temporada alta, encontrarás verdaderos hotelazos a precios muy asequibles.

Nosotros nos alojamos en el Hotel Oitavos, el cual dispone de campo de golf de 18 hoyos, piscinas, gimnasio, spa y de todo lo que necesitábamos para descansar.

Toda la zona donde se disponen los grandes hoteles está unida por un carril bici que recorre todo el parque natural de Cascais,

Esto permite recorrer caminos paralelos a las dunas y al mar, sin apenas desnivel, de los que se puede disfrutar durante todo el año gracias el clima suave de la zona.

A este respecto te comento que hay varios establecimientos de alquiler de bicis eléctricas por si te quieres beneficiar de la ayuda que esto supone a la hora de pedalear.

Mapa: dónde está y cómo llegar a Cascais

Cascais se encuentra a 30 kilómetros de Lisboa, desde donde llegas en media hora por la autopista A5, con la alternativa de la carretera de la costa, por donde tardarás una hora.