Qué ver en Sur de Mallorca: paisajes naturales, calas y pueblos pintorescos

El extremo meridional de Mallorca es un territorio bien conservado y poco visitado si lo comparamos con otras zonas de la isla más conocidas.

Sin embargo allí podemos encontrar numerosos lugares de interés que lo convierten en un buen destino en un viaje de turismo a la isla de Mallorca.

Aquí no veremos los pueblos y los paisajes más famosos, pero sí podremos disfrutar de parajes naturales muy bien conservados, pueblos que mantienen un poco su ritmo de vida tradicional, algunos restos prehistóricos y calas pintorescas con las que triunfar en Instagram.

También veremos el faro que se encuentra en el extremo meridional de la isla y que es el punto de partida para una caminata por un tramo intacto de litoral.

Lo mejor que ver y visitar en el Sur de Mallorca

A continuación te vamos a descubrir los sitios más interesantes que debería visitar en tu ruta por el Sur de la isla de Mallorca.

Ses Salines y su centenaria casa solariega, ahora hotel boutique

Al explorar esta zona meridional de la isla de Mallorca seguro que pasamos muchas veces por el núcleo de Ses Salines.

Debido a las salinas cercanas, en esta zona ha habido alguna población estable sobre el pequeño altozano que ahora ocupa Ses Salines.

Sin embargo, el pueblo que conocemos en la actualidad no es muy antiguo.

Lo que sí tiene varios siglos de antigüedad es el edificio principal del Hotel Ca’n Bonico.

Se trata de un hotel boutique creado a partir de una centenaria casa solariega que ha pertenecido a la misma familia desde hace muchas generaciones.

De hecho se dice que la población de Ses Salines creció alrededor de esta casona, que controlaba buena parte de este extremo meridional de la isla.

Lo ideal sería alojarse en este hotel.

Si no, convendría visitar al menos la zona de la recepción para hacernos una idea de la arquitectura solariega del sur de Mallorca.

En Ses Salines también hay algunos restaurantes excepcionales en su relación calidad-precio como Casa Manolo, situado junto a la iglesia.

Poblado de Antigors en Ses Salines

El poblado talayótico de Els Antigors se encuentra en las afueras de Ses Salines y es un buen lugar para descubrir este tipo de asentamientos prehistóricos de Mallorca.

Se considera que es un ejemplo característico de este tipo de poblados, que estaban rodeados completamente por una muralla.

El lugar está siempre abierto, lo que favorece la visita; en cambio, la información que proporcionan los paneles explicativos no es muy completa.

Hay un talaiot principal, conocido como Sa Joana, pegado a la muralla.

Se trataría de un santuario pero se ignora qué ritos se podían efectuar en el lugar.

Si estás en Ses Salines y quieres visitarlo, conviene preguntar por la dirección ya que las indicaciones de los navegadores nos son correctas e indican un camino inexistente por fincas privadas.

Algunos vecinos conocen el conjunto por el nombre de Sa Joana, la estructura principal.

Salinas des Trenc, lagunas y calas en un parque natural

La explotación de las salinas en esta parte de Mallorca ha sido muy importante desde hace más de dos mil años.

Hay que recordar que durante muchos siglos la sal era fundamental para conservar alimentos perecederos, y, por tanto, las salinas tuvieron una gran importancia económica y cultural.

Se sabe que cartagineses y romanos utilizaron sistemas para conseguir la sal del mar que en esencia siguen siendo los mismos.

Se trata de llevar agua salada a cubetas de poca profundidad donde se evapora por acción del sol y el viento, dejando un depósito de sal.

El ecosistema formado por las balsas donde se obtiene la sal enlaza con diferentes lagunas y estanques.

Junto con las dunas y playas, conforman el parque natural Es Tren-Salobral de Campos, que tiene una gran importancia y ha sido declarado zona de especial protección de aves.

Cabo y Faro de Ses Salines: cómo llegar

El camino hacia el Cabo de Ses Salines es uno de los atractivos de dicho parque natural.

Saliendo de Ses Salines hacia Es Llombards, hay que tomar un desvío a la derecha, y desde allí hay varios kilómetros por una carretera solitaria que pasa entre grandes fincas.

No hay ninguna población en ese tramo, y conviene fijarse en los muros de las fincas realizados por la técnica de piedra seca, sin argamasa de ningún tipo.

Al final la carretera llega al Cabo de Ses Salines, el extremo meridional de la isla de Mallorca.

Allí hay un faro, que ahora funciona de manera automática y que no se puede visitar.

El lugar atrae por lo que tiene de Finisterre, y salvo en la temporada veraniega, es muy posible que  estés completamente solo en esta zona.

Se puede seguir la costa a pie hacia ambos lados todo el tiempo que se quiera.

Resulta curioso ver cómo la vegetación se ha adaptado al viento que sopla en esta zona de la isla y así se encuentran muchos ejemplares de arbustos rastreros, que apenas se levantan del suelo.

Ruta de senderismo por la costa desde Faro de Ses Salines

Es posible hacer una ruta de senderismo por la costa desde el Faro de Ses Salines hasta Colònia Sant Jordi.

El camino sigue la costa por lo que es prácticamente llano, con pequeñas subidas y bajadas necesarias para encontrar el mejor paso en las zonas rocosas.

En el camino se pasa por varias calas y playas, y en concreto verás que la playa des Cargol es ancha y muy frecuentada en verano.

A medida que se avanza, el lugar es más solitario, aunque en verano el lugar está relativamente frecuentado a pesar de lo que hay que caminar para llegar a lugares como la Cala en Tugores y las playas de Ses Roquetes, des Carbó y des Dolç.

Esta última ya está junto a la Colònia Sant Jordi.

Si te animas a hacer el recorrido completo, el cual te puede llevar unas tres horas, no hay que olvidar un buen calzado ya que el camino es muy irregular, además de agua y protección solar.

Colònia Sant Jordi, pueblo vacacional del Sur de Mallorca

En la primera mitad del siglo pasado, Colònia Sant Jordi era poco más que un pequeño puerto pesquero, pero con el tiempo se ha convertido en el principal centro vacacional de la costa sur de Mallorca.

La gran oferta de alojamiento y de restaurantes hace que sea una buena base para explorar la zona.

Además tiene buenas playas en los alrededores, como la de Es Trenc, que es la más larga de la isla de Mallorca sin urbanizar.

Desde su puerto salen los barcos con destino a la isla de Cabrera.

Santanyí, pueblo pintoresco al Sur de Mallorca

Lo primero que destaca en Santanyí es la homogeneidad del conjunto, de un precioso color miel que es el de la piedra arenisca de la zona.

Esta cantera produjo el material para varios edificios emblemáticos de Palma, como la Lonja o el castillo de Bellver.

Es una delicia pasear por su casco viejo, con callejuelas y plazas peatonales, algunas formando rincones muy pintorescos, como la puerta de la antigua muralla.

Las terrazas de los bares, restaurantes y pastelerías incitan a una parada y dejar pasar el tiempo tranquilamente.

El centro de Santanyí está definido por la Plaza Mayor, donde se forma un mercado dos días por semana, y se levanta la iglesia de Sant Andreu Apòstol.

En su interior destaca el inmenso órgano del siglo XVII, que originalmente estaba en un convento en Palma y que fue trasladado en barco en una serie de peripecias muy recordadas por la zona.

Cala Figuera, pintoresca imagen de pueblo de pescadores

Desde Santanyí hay apenas 5 kilómetros a la costa.

En esta parte abundan las calas pintorescas y atractivas, de las que buenos ejemplos son la propia Cala Santanyí, Cala Llombards y, sobre todo, Cala Figuera.

Cala Figuera es un entrante realmente estrecho y algo serpenteante que en la parte interior se divide en dos brazos.

Como esta zona es bastante escarpada, deja muy poco espacio para las casas y muchas de ellas no tienen acceso por tierra, solo en barca.

El conjunto es realmente pintoresco y ahora es un destino de los que buscan la foto perfecta como hace décadas lo era de los pintores.

Una ruta fotográfica bien señalizada permite descubrir los lugares adecuados aunque, claro, repetido por todos los visitantes.

A pesar de que es un enclave muy conocido y visitado, conserva parte de su esencia de puerto de pescadores.