Castillo de Gormaz (Soria), así es la visita de la antigua fortaleza califal

Si recorremos las tierras de Soria entre El Burgo de Osma y Berlanga de Duero, dos de las poblaciones más interesantes de toda la provincia, en algún momento divisaremos la silueta del Castillo de Gormaz coronando una colina solitaria.

Es una imagen extraordinaria, muy atractiva, que nos incita a ir a conocerlo, incluso aunque no estuviera en nuestros planes viajeros.

Como buena fortaleza encaramada sobre una altura, se divisa desde muy lejos, y, por otro lado, desde lo alto también verían a cualquier ejército enemigo que se acercara.

La fortaleza califal de Gormaz jugó un papel militar estratégico muy destacado hace unos mil años, cuando en esta zona se encontraba la frontera entre el califato de Córdoba y los reinos y condados cristianos.

Fortaleza califal de Gormaz, la más grande de Europa en su tiempo

Como plaza fuerte, era la avanzadilla musulmana por el norte.

Se dice que se fundó al mismo tiempo que Sepúlveda, en la vecina provincia de Segovia, que ejercía una función semejante.

En esa época, la de Gormaz probablemente fuera la fortaleza más grande de Europa.

Desde luego es la estructura militar musulmana más importante de toda la Península, y en ese sentido es comparable a la Alhambra de Granada, el palacio de Medina Zahara y la mezquita de Córdoba, las cumbres de la arquitectura palaciega y religiosa islámica.

Sin embargo, la antigua fortaleza de Gormaz está casi abandonada.

Por supuesto que con los años se han hecho trabajos de mantenimiento, pero permanece allí, aislada, en lo alto del cerro.

La visita tiene algo de descubrimiento, pero al mismo tiempo es casi imposible de recorrer para las personas con movilidad reducida.

Un promontorio tan especial, situado justo a orillas del río Duero, ha sido ocupado desde la más remota antigüedad.

Los arqueólogos han encontrado aquí restos de la Edad del Bronce, pero también celtas, romanos y visigodos.

Curiosidades de la historia del Castillo de Gormaz

La fortaleza que vemos en la actualidad es, en esencia, la que levantó el general Galib por orden del califa Alhakem II en el año 963.

Desde entonces, y durante un siglo, la zona fue muy conflictiva y escenario de numerosas batallas y escaramuzas.

En 1060, Fernando I la conquistó definitivamente para los cristianos al mismo tiempo que Berlanga y otras poblaciones cercanas.

Una pequeña población se instaló en su interior, que posteriormente fundó el pueblo de Gormaz, que vemos ahora a sus pies, sobre una ligera protuberancia rocosa que domina el paso del Duero.

Se dice que Alfonso VI, en 1087, la entregó a Rodrigo Díaz, razón por la que el Castillo de Gormaz está dentro del Camino del Cid.

En los tiempos de los Reyes Católicos, perdido ya todo valor estratégico, se convirtió en prisión.

Aunque siempre se habla de la fortaleza, no hay que olvidar que la aldea de Gormaz también guarda un gran tesoro que no deberíamos dejar de ver.

Se trata de las pinturas románicas de la Ermita de San Miguel, que se encuentra fuera del pueblo, al lado mismo de la carretera que asciende a la fortaleza.

Pero en principio recomendamos hacer la visita siguiendo el orden cronológico y recorrer primero la fortaleza, siempre teniendo en cuenta los horarios de apertura de la ermita, que no son muy amplios.

Cómo visitar y qué ver en el Castillo de Gormaz

Con la experiencia de nuestra visita, te comentamos que se puede subir en coche prácticamente hasta la entrada de la fortaleza, donde hay una pequeña zona de aparcamiento en un ensanche de la carretera.

A partir de allí podemos movernos libremente por el recinto, explorándolo a nuestras anchas, pues el lugar está siempre abierto y no hay que pagar entrada.

Sólo hay que tener cuidado ya que el suelo es algo irregular en algunas partes.

Lo primero que destaca al entrar es encontrar que la fortaleza está prácticamente vacía, salvo la zona del alcázar, que queda a mano derecha al entrar.

Dimensiones del Castillo de Gormaz

Y, por supuesto, impresiona las enormes dimensiones del conjunto.

Los datos varían según la documentación que se consulte, pero hablamos de una longitud de 370 metros desde un extremo al otro.

El conjunto de la muralla del Castillo de Gormaz se acerca al kilómetro de diámetro y dibuja un recinto muy alargado y relativamente estrecho.

La muralla se refuerza con 28 torres, que sobresalen del lienzo.

Cumpliendo con la imagen que hemos visto en las películas, buena parte de la muralla y las torres están coronadas por almenas.

La puerta por la que se accede no es la original.

En sus tiempos de esplendor se entraba por la gran puerta califal que se distingue perfectamente desde la ladera.

Así es el Alcázar del Castillo de Gormaz

Al entrar vemos a la derecha el Alcázar, la zona más protegida dentro de la fortaleza. Aquí se alojaban los personajes más importantes y se llevaba cabo la administración del conjunto.

En esta parte vemos a la izquierda la Torre de Almanzor y, a la derecha, la Torre del Homenaje.

Se accede al alcázar por esta última a través de una puerta doble, en codo para dificultar la entrada.

Ésta fue reconstruida en el siglo XIV pero utilizando la estructura anterior.

El Alcázar dispone de su propio aljibe y de un portillo, una pequeña salida, independiente de las demás de la fortaleza. También se ven restos de un palacio califal.

Un paso de ronda permite rodear parte del alcázar. Desde aquí y desde lo alto de las torres se tiene una amplísima visión de los alrededores y se divisan diferentes poblaciones y atalayas.

Saliendo del alcázar podemos recorrer el resto de la fortaleza.

En buena medida es una extensión más o menos llana que es la cumbre plana del cerro. El interior está completamente vacío, salvo el espacio de la alberca, que recogía el agua de lluvia.

A nuestro lado izquierdo veremos el arco de una puerta que correspondía a una antigua entrada en codo, y más adelante vemos la parte interior de la gran Puerta Califal.

Desde diferentes puntos podemos asomarnos al exterior y ver los anchos campos de Castilla, con bosques, campos de cultivo y pequeños pueblos.

Cómo ver las estelas romana e islámicas

Nos queda por ver un pequeño detalle cuyo acceso no está indicado.

Hay que salir por un hueco en la muralla, por el lado opuesto a la Puerta Califal y seguir un sendero al pie del exterior de la muralla hasta el extremo del conjunto.

Allí vemos tres estelas encastradas en la parte superior del muro.

Las de los lados son islámicas, con estrellas de seis puntas que sirven para proteger del mal de ojo.

La central es de origen romano y debió ser encontrada en los alrededores.

Desde aquí podemos volver por el caminito o seguir rodeando la muralla y poder regresar al interior a través de la gran puerta califal.

Pinturas románicas en la Ermita de San Miguel de Gormaz

De vuelta hacia Gormaz, antes de llegar al pueblo pasaremos junto a la Ermita de San Miguel que se levanta entre unas peñas.

Se trata de una de las construcciones más antiguas del románico soriano, de finales del siglo XI.

Estuvo abandonada durante mucho tiempo, pero hace unos 30 años se acometieron unas obras de restauración que llevaron al descubrimiento de un gran tesoro de pinturas murales.

Por su calidad e importancia sólo pueden compararse con las de San Baudelio de Berlanga (Soria) y Maderuelo (Segovia).

En la bóveda de la capilla vemos al Pantocrátor y la corte celestial más los Ancianos del Apocalipsis en la parte inferior.

En la nave vemos, entre otros, episodios de la infancia de Jesús, el Juicio Final y una curiosa escena bélica.

Las pinturas, que tienen una relación de estilo evidente con las otras ermitas mencionadas, también comparten estilo e ideario con las de las iglesias del valle de Boí en Lleida.

Aquí puedes consultar los horarios y precios de visita de San Miguel de Gormaz.

Mapa: cómo llegar al Castillo de Gormaz

El Castillo de Gormaz lo encuentras a una hora al suroeste de Soria, cerca de Burgo de Osma, y a poco más de dos horas al norte de Madrid.