El Teatro Romano es, con el museo de Arte Romano, el lugar más visitado de Mérida, en la provincia de Badajoz en Extremadura.
No es de extrañar ya que, junto al Acueducto de Segovia, es el gran monumento romano de la Península.
Aunque se hayan visto muchas fotografías o vídeos, impresiona mucho la primera vez que entras al graderío y ves el frente del escenario, ya que es como adentrarse de golpe en el mundo de la cultura romana de la que somos herederos en gran parte.
Toda la información al detalle
Teatro Romano de Mérida, Patrimonio de la Humanidad
La importancia del teatro se refleja en que es el principal monumento en el conjunto arqueológico de Mérida que está inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1993.
La razón de esta distinción está en que estos vestigios están muy bien conservados y muestran lo que era una capital de una provincia romana en la época imperial.
El Teatro Romano forma un conjunto con el Anfiteatro, el cual se encuentra justo al lado, así que la visita se hace a la vez a ambos monumentos.
A muy pocos metros se encuentran otros lugares fundamentales en una visita de turismo a Mérida, como el Museo Nacional de Arte Romano o la Casa del Anfiteatro.
Curiosidades historia Teatro Romano de Mérida
El teatro se construyó hace poco más de 2000 años pues se inauguró en el año 15 ó 16 antes de nuestra era.
Una de las razones de su relativamente buena conservación es que durante muchos siglos permaneció soterrado.
Probablemente el lugar fuera cubierto tras la instauración del cristianismo, lo que supuso el fin de los espectáculos teatrales.
En la ladera se formaron terrazas para dedicar el terrero a la agricultura y con el tiempo se llegó a olvidar que allí podía haber un teatro.
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Se cuenta que sólo sobresalía de la superficie la parte superior del graderío y ese conjunto era conocido popularmente como las Siete Sillas.
Aunque en general los romanos preferían los espectáculos de gladiadores y carreras de carros y, por tanto, frecuentaban más los anfiteatros y los circos, los teatros jugaban un papel fundamental en la vida social, cultural y política de cualquier ciudad.
Por eso se construían teatros tan espléndidos como éste de Augusta Emerita.
Qué ver en la visita del Teatro Romano de Mérida
Al entrar en este recinto lo primero que se ve, a mano derecha, es la parte trasera del frente de la escena y una zona abierta con columnas y restos de construcciones que también formaban parte del conjunto del teatro.
Si nos dirigimos hacia el teatro propiamente dicho, veremos a nuestra izquierda las entradas al Anfiteatro que, aunque menos conocido que el Teatro, vale realmente la pena verlo.
Como ya se ha dicho, entrar en el graderío del teatro y contemplar el frente del escenario es uno de los mejores momentos de la visita a Mérida.
Hay que destacar sus grandes dimensiones pues el teatro de Augusta Emerita tenía capacidad para casi 6.000 espectadores.
El conjunto sigue el diseño habitual de muchos teatros de su época y se basa en el modelo creado por Vitruvio, el arquitecto romano autor del tratado de arquitectura más antiguo que se conserva.
Zonas del Teatro Romano de Mérida
El graderío, llamado cavea, se construyó aprovechando la ladera de un cerro.
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Ésta era una práctica habitual de los arquitectos romanos ya que así se ahorraba mucho trabajo, y por eso la fachada externa de la cavea no es muy alta.
Al recorrer el graderío o sentarnos en alguno de los asientos, podemos ver que la cavea se halla dividida en tres sectores ima, media y summa.
La ima era la más cercana a la escena y, por tanto, la mejor y la que ocupaban las clases pudientes. Un corredor horizontal separaba este sector de los superiores.
Sin embargo, todavía por delante había tres filas de asientos reservadas a las autoridades.
Lo más espectacular y lo que siempre llama más la atención es el frente del escenario, con dos cuerpos de columnas de mármol.
Entre ellas, una serie de esculturas completa la decoración: Ceres, Plutón, Proserpina y otras estatuas, con togas unas y con corazas otras, que se han interpretado como retratos imperiales.
Ahí delante encontramos la orchestra, en la que se situaba el coro.
Detrás del frente de la escena se abre una zona bastante extensa con algunas columnas, que debían de extenderse alrededor de este recinto.
Eran unos jardines porticados por los que se paseaba antes o después de los espectáculos.
Al fondo, alineados con la puerta central de la escena, se ven los restos de una pequeña habitación dedicada probablemente al culto imperial.
En uno de los extremos de esta zona se ve un trozo de calzada y los restos de la llamada Casa Basílica del Teatro, donde se conservan parte de los mosaicos que decoraban el suelo.
Espectáculos culturales en Teatro Romano de Mérida
No cabe duda de que el de Mérida es uno de los teatros romanos mejor conservados, pero, sobre todo, lo importante es que, al cabo de 20 siglos, sigue cumpliendo con su función original.
Durante todo el año es el escenario de diferentes espectáculos culturales y, en verano, es la sede principal del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.
Este festival es uno de los más importantes de Europa en su género.
Se considera que empezó con la representación de Medea de Séneca que realizó la compañía de Margarita Xirgu en 1933, según la versión de Miguel de Unamuno.
Una estatua de la actriz junto a una de las entradas al escenario recuerda este acontecimiento.
Este festival es, por tanto, el más antiguo de los que se celebran en España.
Anfiteatro Romano de Mérida
Aunque el teatro es la estructura más conocida y apreciada, ya se ha dicho que no hay que dejar de visitar el Anfiteatro Romano, que se encuentra justo al lado.
Este lugar era el escenario de las peleas de gladiadores y animales salvajes. Estos espectáculos violentos eran los preferidos de la mayoría de la población.
Las obras teatrales tenían menos público, pero asistir a su representación era una prueba de estatus. La plebe prefería las luchas del anfiteatro o las carreras en el hipódromo.
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El Anfiteatro se construyó prácticamente al mismo tiempo que el Teatro Romano e igualmente fue abandonado y permaneció prácticamente enterrado desde el siglo IV.
Al entrar y subir a la parte superior de las gradas se aprecia que la estructura es completamente diferente a la del Teatro.
Se trata de un conjunto mucho más grande, de forma elíptica, y su eje más largo mide nada menos que 126 metros.
Como en el Teatro Romano, las gradas se dividen en tres niveles, aunque quedan pocos restos del superior.
Se calcula que podía acoger a 14.000 espectadores por lo que su aforo era más del doble que el del Teatro.
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Cómo visitar el Teatro y el Anfiteatro de Mérida
A diferencia de otros monumentos que se encuentran por el casco histórico de Mérida o en sus afueras y que se visitan libremente, estos dos lugares forman parte de los que se encuentran en recintos cerrados y la visita está sujeta a horarios.
Horarios Teatro y Anfiteatro romanos de Mérida
Los horarios de visita del Teatro y el Anfiteatro romanos de Mérida son, de octubre a marzo, de 9 a 18,30 horas, y de abril a septiembre, de 9 a 21 horas, con último acceso media hora antes.
Precios entradas Teatro y Anfiteatro romanos de Mérida
Aunque se puede sacar una entrada para cada lugar, resulta mucho más conveniente adquirir un pase que incluye varios monumentos.
El precio resulta mucho más asequible y además se evitan colas a la entrada de cada uno.
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La entrada conjunta incluye el acceso a los siguientes monumentos de Mérida: Teatro y Anfiteatro romanos, Alcazaba, Casa del Mitreo y Área Funeraria de los Columbarios, Cripta Arqueológica de Santa Eulalia, Área Arqueológica de Morería, Casa del Anfiteatro, Templo de Diana y Circo romano.
El precio de la entrada conjunta a los monumentos de Mérida es de 16 euros, con precio reducido de 8 euros para jóvenes de 13 a 17 años, estudiantes, mayores de 65 años o jubilados, personas discapacitadas y familias numerosas, y entrada gratis para menores de 13 años y otros colectivos.
El precio de la entrada individual al Teatro y Anfiteatros romanos es de 12 euros, con precio reducido de 6 euros.
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