Qué ver en Palazuelos (Guadalajara), pueblo bonito con muralla medieval

El norte de la provincia de Guadalajara es una zona muy interesante pero todavía no es tan conocida como se debiera.

Por ello todavía nos podemos encontrar con rincones realmente atractivos de los que apenas se habla.

El gran descubrimiento en nuestro último recorrido por la zona, en el que pasamos por lugares como Sigüenza, Atienza y el parque natural del Río Dulce, fue una pequeña villa de la que apenas habíamos leído nada.

Se trata de Palazuelos, una aldea que se encuentra a apenas ocho kilómetros de Sigüenza y que de hecho forma parte de su término municipal.

Palazuelos es un pequeño milagro ya que conserva prácticamente completa su muralla, levantada en el siglo XV, así como su castillo.

Dónde está Palazuelos en Guadalajara

A pesar de la corta distancia que la separa de un destino tan frecuentado como Sigüenza no es muy visitado, y la razón puede ser que prácticamente no queda de camino a ningún lado, por lo que hay que ir ex profeso.

Hay que tomar un desvío en la carretera que va a Atienza, y luego habrá que volver por el mismo camino.

Pero este tipo de desvíos muchas veces conducen a verdaderos tesoros como éste de Palazuelos, así que, al menos en este caso, vale la pena tomarlo.

Además, la visita a Palazuelos se puede combinar con la de la cercana Carabias, a dos o tres kilómetros de distancia, donde podremos admirar uno de los mejores ejemplos del románico de la provincia de Guadalajara.

Curiosidades historia de Palazuelos

Se sabe que esta zona ha estado habitada desde la más remota antigüedad, y que probablemente en el emplazamiento de Palazuelos hubiera algún asentamiento en época prerromana, visigoda o musulmana.

Sin embargo no han llegado restos hasta nosotros.

Por eso podemos decir que la historia de Palazuelos se inicia durante el periodo de la Reconquista, cuando perteneció a diferentes señoríos, y lo que vemos es el desarrollo que tuvo una vez fue vendido a la Casa de Mendoza en el siglo XIV.

Palazuelos y el marqués de Santillana

El personaje fundamental de esta historia es Íñigo López de Mendoza, el célebre marqués de Santillana, que además de militar, fue uno de los poetas más conocidos de su tiempo.

Encontraremos la figura del marqués de Santillana en diferentes localidades de Guadalajara e incluso Madrid, ya que fue el responsable de la construcción del imponente Palacio del Infantado de Guadalajara.

Pero también fue Señor de Hita y Buitrago, y además su familia está muy relacionada con la historia de lugares tan distantes como Manzanares el Real y Santillana del Mar.

Íñigo López de Mendoza fue quien inició la construcción de la muralla y el castillo de Palazuelos.

Una de las sorpresas de la visita es comprobar lo bien conservados que se encuentran y el hecho de que el pueblo conserve las trazas de esa época.

La aldea no ha crecido apenas en su historia, por lo que sigue teniendo las dimensiones de hace seis siglos y casi no hay construcciones fuera de las murallas.

Y surge otro de los misterios de Palazuelos: no está clara la razón que llevó a fortificar una población tan pequeña y que además no ocupa una posición estratégica especialmente destacable.

Qué ver en la visita de Palazuelos

Pero el resultado, lo que ahora podemos ver, es un conjunto histórico muy completo y fascinante de conocer.

Conviene tener en cuenta que el castillo de propiedad privada, no está abierto al público, pero puede admirarse perfectamente desde el exterior.

La carretera de acceso llega, igual que hace siglos, a una de las puertas de la muralla.

Puertas de la muralla de Palazuelos

Sería conveniente aparcar antes de llegar y así adentrarnos a pie en este recinto fortificado.

Entrar de este modo nos hace sentir mejor el ambiente del lugar e imaginarnos cómo era en otros tiempos.

Hay cuatro entradas principales a Palazuelos: la Puerta de la Villa, la Puerta del Cercao, la Puerta del Monte y el Arco del Lavadero.

La diferencia entre las tres primeras y la última es importante.

Las tres puertas son complejas, de hecho portalones dobles abiertos en sendas estructuras que son proyecciones de la muralla. Para atravesarlas hay que pasar por un portalón y girar para cruzar el segundo.

Una curiosidad es que ambos portalones se cierran desde el interior de la proyección, lo que permitía a sus habitantes defenderse de enemigos exteriores, pero también al señor de la villa encerrarlos dentro de las murallas si lo deseaba.

Lo más probable es que accedamos a Palazuelos por la Puerta del Cercao, por la que daremos directamente a la plaza Mayor.

Es bastante amplia y en ella ya vamos a encontrar buenos ejemplos de la arquitectura tradicional de la zona.

En alguna empezamos a ver ejemplos de fachadas con esgrafiados, la decoración que se hace directamente sobre el enlucido y que en ocasiones incluyen símbolos que probablemente se remonten a los tiempos celtíberos.

Un detalle importante es la plaza es el rollo de Justicia.

En los rollos se podía azotar a los condenados o incluso ejecutarlos, y es una indicación de que la villa disponía de la jurisdicción para hacerlo al contar con alcalde con capacidad de juzgar.

Castillo de Palazuelos

Si atravesamos la plaza en una ligera subida, enseguida veremos a mano derecha una calle que conduce al castillo, el cual, como ya se ha indicado antes, sólo se puede observar desde el exterior.

Se dice que fue construido por Juan Guas, arquitecto del castillo de Manzanares el Real y que trabajó mucho tiempo para la familia Mendoza.

Por esta parte falta un pequeño tramo de la muralla.

Podemos salir y recorrer el camino que va extramuros y que llega hasta la Puerta del Monte.

Podemos entrar en Palazuelos o seguir por fuera bordeando toda la muralla, por un camino que parece no haber cambiado en seis siglos, hasta la Puerta de la Villa.

De vez en cuando veremos pequeños torreones que refuerzan el carácter defensivo de la muralla.

En la parte superior del arco exterior de la Puerta de la Villa veremos los escudos de las familias Mendoza y Valencia, los señores de la villa en el siglo XV.

Al atravesar ese arco encontraremos una hornacina casi cubierta de hiedra con la imagen de San Roque.

Museo del Herraje en Palazuelos

Justo después de pasar por el arco interior veremos el Museo del Herraje, que muestra trabajos realizados por los herreros locales.

Para visitarlo conviene llamar previamente al número 650 110 838.

Si seguimos, llegamos a una plaza en la que veremos el lavadero y la cuarta entrada, en este caso un solo arco en la muralla.

A continuación se levanta la iglesia de San Juan Bautista, del siglo XVI, la cual conserva la puerta románica.

En la casa que está frente a la puerta podemos ver un escudo que representa un jarrón con azucenas.

El conjunto, aunque muy pequeño, es un pequeño museo de arquitectura y urbanismo tradicional, y es muy probable que este entramado de calles sea exactamente el mismo que en el siglo XV.

Qué ver en Carabias

Una vez recorrido Palazuelos, no podemos dejar de acercarnos a Carabias, otra aldea que se encuentra a menos de tres kilómetros.

En el camino pasaremos junto al Humilladero de la Virgen de la Soledad.

Carabias es otra pedanía de Sigüenza, una aldea diminuta que guarda una interesante muestra del románico rural de Guadalajara.

Se trata de la iglesia del Salvador, y en ella lo que más destaca es la galería porticada que se extiende por dos lados del templo.

Mapa: cómo llegar a Palazuelos

La aldea de Palazuelos se encuentra a solo ocho kilómetros de Sigüenza, en la provincia de Guadalajara, a casi dos horas al noreste de Madrid y a menos de dos horas y media al suroeste de Zaragoza.