Qué ver y hacer en Olivenza, pueblo bonito en Extremadura

En nuestro reciente viaje al Lago de Alqueva, territorio fronterizo entre España y Portugal en Extremadura, hemos descubierto uno de esos pueblos bonitos que tanto nos gustan.

Se trata de Olivenza, muy bonito pueblo de la provincia de Badajoz, del que para hacerte una idea de su muy especial idiosincrasia, hay que saber un par de cosas muy curiosas.

Por un lado, los oliventinos y los descendientes de oliventinos tienen derecho a la doble nacionalidad hispano-portuguesa, algo muy muy raro, y por otro lado, esta región fue la última en incorporarse al territorio de España.

Por eso esta región en plena dehesa extremeña es tan atractiva, ya que se ha ido formando con el paso de los siglos de una transnacionalidad que es especialmente palpable.

Olivenza es una ciudad amurallada de origen templario situada a menos de 30 kilómetros al sur de Badajoz, en la margen oriental del río Guadiana, lugar que ha estado siempre a caballo entre el dominio de los españoles y los portugueses.

Curiosidades de la historia de Olivenza

Gran parte de la frontera entre ambos países por esta zona se traza a través de citado río Guadiana, lo que ha hecho que durante muchos años fuese zona estratégica de combate.

De hecho, en Olivenza hoy hablan el portugués las personas de más edad, si bien se ha ido perdiendo en las generaciones intermedias y aún más en las más jóvenes.

Esto ha dado pie a que exista una doble toponimia en la señalización de las calles de Olivenza, arriba el actual nombre en castellano, y abajo el antiguo nombre en portugués.

A nivel monumental, Olivenza destaca entre otras cosas por sus murallas, ya que es uno de los conjuntos históricos con más extensiones amuralladas de península.

También hay que destacar las iglesias con sus muestras de arte sacro, sobre todo las tallas doradas y especialmente el arte manuelino portugués.

Es más, se trata del único lugar de España dónde se puede ver una importante presencia del citado arte manuelino.

Olivenza es un municipio que incluye varias aldeas como son San Jorge de Alor, que destaca por su chimenea de influencia alenteyana, Villarreal de Olivenza, con su vinculación al Guadiana, o San Benito de la Contienda, donde se habla en mejor portugués.

Muchos judíos cuando fueron expulsados de España se instalaron en poblaciones portuguesa próxima a la frontera, como entonces era Olivenza, lo que acrecentó mucho en aquella época la presencia de una comunidad judaica.

Olivenza, entre España y Portugal

Para profundizar en la historia de Olivenza, hay que remontarse a 1297 cuando se firma un importante acuerdo entre Castilla y Portugal que sería conocido como el Tratado de Alcañices.

A través del mismo queda fijada una frontera desde Galicia al norte, hasta Andalucía en el sur, lo que acabaría luego siendo la frontera hispano-portuguesa.

Como consecuencia del tratado determinadas localidades a lo largo de la frontera se integran en Castilla, como es el caso de Aroche y Aracena, mientras que otras se integran en Portugal, el caso de Campo Maior y Olivenza.

Con posterioridad Olivenza ha pasado por numerosos avatares, con una época de esplendor en el siglo XVI que tuvo mucho que ver con la expansión ultramarina de Portugal.

Hay otro periodo también bien conocida que es la época de los Felipes, que es como se conoce en Portugal a la etapa entre 1580 y 1640 en el que España y Portugal estuvieron juntos bajo una misma corona.

Si por el citado Tratado de Alcañices Olivenza da un paso hacia Portugal, otro acuerdo cinco siglos después, conocido como el Tratado de Badajoz en 1801, acerca a Olivenza hacia España

En esa época, en su avance imperialista, Napoleón encuentra como principal obstáculo a Inglaterra y su fuerza marítima y le exige a Portugal que cierre sus puertos marítimos a los ingleses.

Portugal no puede acceder a esta exigencia de Napoleón y entonces Godoy declara la guerra.

España, que en ese momento estaba dominada por los franceses, conquista varias plazas de la región portuguesa del Alentejo, como es el caso de Olivenza, con la que finalmente se queda.

La consecuencia es que Olivenza es un lugar único en la Península Ibérica que mezcla lo portugués y lo español formando una cultura única.

Por tanto, aquí no se pueden olvidar los cinco siglos de historia portuguesa y los dos siglos de historia española, pues todo forma parte de la misma historia.

Lo mejor que ver y hacer en Olivenza de turismo

La mejor forma de visitar Olivenza es caminando a través de sus calles de fachadas blancas, donde los azulejos y las murallas son los protagonistas.

A continuación te vamos a indicar los mejores sitios que ver de turismo en Olivenza.

Alcázar y Torre del Homenaje en Olivenza

Cuándo en 1297 se integra en Portugal, Olivenza gana una gran relevancia por su posición fronteriza y, sobre todo, por estar en la margen derecha del Guadiana, pues hay que recordar que el resto de Portugal está en la margen izquierda.

Era como tener un pie metido en Castilla y muy próximo a otras dos plazas fuertes importantes, una castellana, Badajoz, y otra portuguesa, la también cercana Elvas, ciudad conocida como La llave de Portugal, ya que si era conquistada, fácilmente se llegaba a Lisboa.

Alfonso IV construye el Alcázar, y en la intersección, la Torre del Homenaje, la más alta de toda la frontera hispano-portuguesa.

Está torre, que es realmente alta, tiene una razón física, y es que al estar ubicada Olivenza en una planicie, lo que la geografía no ayuda había que compensarlo con la arquitectura.

Pero por otro lado estaba el elemento psicológico, ya que levantar esta torre tan consistente era una manera de dejar claro el poder de Portugal ante una frontera que era muy fácilmente vulnerable y muy sencillo traspasar por los españoles.

Esta torre formaba parte de una antigua frontera con 12 atalayas, de las cuales a día de hoy solo se conservan cinco ubicadas en puntos elevados del territorio.

Como curiosidad, la torre es accesible con una rampa y no con escaleras, por lo que es visitable para todo el mundo.

Murallas de Olivenza

Muchas veces una de las mejores formas de saber más acerca de las ciudades es conociendo sus murallas.

El rey Don Dinis se encarga de poblar Olivenza con portugueses venidos de todo el reino, y construye las primeras murallas que tenían forma cuadrada con cuatro puertas, una en cada lado, a partir de las cuales de desarrolla la ciudad.

Olivenza llegó a tener varias murallas, y la línea de fachadas que rodea el Alcázar es el perímetro que ocupaba la primera de todas.

La segunda muralla desapareció con el tiempo, pero quedó la huella en la trama urbana, de tal manera que se puede ver perfectamente el óvalo que ocupaban.

Posteriormente hubo otra del siglo XVI, y luego la última abaluartada que es la que más perímetro tiene de todas, y pasa en torno al convento.

Como verás en tu visita, Olivenza es una ciudad llena de murallas que reflejan su continua expansión y sus grandes necesidades defensivas.

Museo Etnográfico González Santana en Olivenza

Ubicado en un antiguo edificio militar, el museo Etnográfico de Olivenza es uno de los más grandes e importantes del país.

Es una representación de los usos y costumbres de la Olivenza antigua, de cómo era el mundo a finales del siglo XIX hasta casi mediados del siglo XX.

En este museo se puede ver la evolución de las costumbres y los hábitos de vida, los cuales chocan con la evolución tan grande durante las últimas tres décadas con cambios tecnológicos, sociales, económicos tan profundos.

En el museo que se  encuentra dentro del Alcázar se pueden ver varias salas con los distintos utensilios que usaban los diferentes gremios de artesanos.

Es sin duda una visita muy curiosa. sobre todo si no estás habituado a ver las herramientas que se usaban en los pueblos.

Convento San Juan de Dios en Olivenza

El Convento de San Juan de Dios se construye a caballo entre el siglo XVI y el siglo XVII, y el edificio ha tenido muchos usos a lo largo de la historia.

Cuentan que había una noble oliventina que se llamaba Leonor, la cual decidió donar toda la fortuna que tenía a su fallecimiento para crear este convento, el cual en un principio albergó a las monjas clarisas.

Este edificio lleno de historias de fantasmas fue hospital, e incluso cuartel militar, y en torno al convento se cierra la última de las murallas abaluartadas de Olivenza.

Arte Manuelino de Olivenza

El arte manuelino se desarrolló con amplitud en Portugal, y es muy difícil de encontrar en España, pero en Olivenza es posible.

Sobre todo en las dos iglesias de la ciudad, que es donde se pueden ver mas azulejos de este estilo.

Es muy habitual pensar que para ver esta azulejería clásica con los tonos blancos y azules es necesario viajar hasta Lisboa u Oporto, pero en esta localidad extremeña la muestra es bastante interesante.

Iglesia de Santa María de la Magdalena en Olivenza

Quizás el mejor exponente del arte manuelino portugués en Olivenza es la iglesia de Santa María de la Magdalena, del siglo XVI.

Dicho estilo manuelino se ve en su exterior en la mezcla de la arquitectura de gótico tardío con las decoraciones naturalistas con elementos marineros.

Y en su interior, en sus grandes columnas torneadas que se asemejan a sogas, así como en los azulejos historiados.

Comer el dulce típico de Olivenza

Para los más golosos, en Olivenza hay un dulce muy especial que solo se elabora aquí y en producciones pequeñas.

En la pastelería Casa Fuentes preparan la Tecula Mecula, que es un pastel parecido a la yema tostada, una verdadera delicia.

Mapa: cómo llegar a Olivenza

Olivenza se encuentra a apenas media hora en coche al sur de Badajoz, muy cerca de la frontera con Portugal.