Senderismo a Garganta de las Nogaledas (Valle Jerte): cómo llegar y qué ver

Quienes sois lectores habituales de Guías Viajar sabéis que de siempre he tenido una especial atracción especial por las regiones del norte de España, en concreto, Cantabria y Asturias.

La combinación de paisajes verdes, con montañas y zonas costeras, me han llevado a viajar con frecuencia a dichas zonas de la península.

Y, por contra, siempre he tenido el prejuicio de que Extremadura, entre otras regiones españolas, es tierra de secano.

Mis últimos viajes a Extremadura, sobre todo a zonas del norte de la Comunidad, me ha llevado a descubrir el encanto de los paisajes de dehesa en invierno y primavera.

Pero hasta la excursión al Valle del Jerte que realicé con motivo de la Cerecera, no sabía que en esta zona hay rincones paisajísticos que te trasladan al norte de la península.

Efectivamente, no me podía imaginar que en las diversas gargantas que se extienden por el valle puedas encontrar paisajes de una increíble frondosidad, con una sucesión de cascadas en las que el agua fluye rodeada de una gran vegetación.

Cómo llegar a Garganta de las Nogaledas en Valle del Jerte

Eso lo he podido constatar durante la ruta de senderismo por la Garganta de las Nogaledas.

Si eres aficionado al senderismo, en el Valle del Jerte tienes en la actualidad hasta 19 rutas señalizadas que discurren entre escarpadas gargantas y laderas plagadas de cerezos.

Este contraste de paisajes sin duda confiere a estas rutas un atractivo muy especial.

La citada ruta de la Garganta de las Nogaledas parte del pueblo de Navaconcejo, donde tras atravesar el puente de piedra que cruza el río Jerte, por un sendero se dirige hasta la desembocadura de la garganta.

Cómo es y qué ver en la Garganta de las Nogaledas

Se trata de una ruta de senderismo de recorrido circular, de dificultad baja, poco más de cuatro kilómetros, y una duración estimada de hora y media en su versión más sencilla.

Ya desde el principio, y más si es una año de muchas lluvias, te internas en unos parajes de frondosa vegetación donde encuentras chopos, alisos y fresnos a orillas de la garganta.

Andarás por un sendero bien señalizado, con alguna zona de mayor pendiente, y en este primer tramo te irás encontrando hasta cuatro cascadas que te sorprenderán por sus caídas de agua.

Cada una de estas cascadas son un pretexto para descansar y disfrutar de un paisaje que, al menos a mí, no me parecía propio de Extremadura.

Tras superar la cuarta cascada, llegas a una pista forestal, y a los pocos metros, justo al cruzar la garganta, a la derecha tienes la opción de subir hasta una quinta cascada, acceso que no está incluido en la ruta señalizada.

Aunque verás un cartel de aviso con el teléfono de urgencias para posibles emergencias, no te asustes, pues si bien es un tramo con mayor pendiente y algo más complicado, es perfectamente accesible.

Una vez vista esta última cascada, el regreso a Navaconcejo lo haces por una estrecha pista sin asfaltar.

En estas zonas de media ladera te moverás entre robles, castaños y, por supuesto, los cultivos de árboles cerezos.

Si vas en la época ya veraniega, hasta principios de agosto encontrarás los cerezos plagados de cerezas, y es posible que no te puedas resistir y se te escape la mano para probar alguno de estos deliciosos frutos rojos.

Y si haces la ruta durante la época de los cerezos en flor, te moverás entre los espectaculares paisajes en los que prima el color blanco.