La provincia de Segovia es una de las que mayores atractivos turísticos tiene dentro de la Comunidad de Castilla y León.
Desde su capital, con monumentos tan interesantes como su acueducto romano, hasta sus numerosos pueblos medievales y paisajes con encanto, convierten a esta provincia en uno de los lugares más idóneos para hacer una escapada, sobre todo desde Madrid.
Si aún no has tenido la ocasión de visitar la ciudad de Segovia o su provincia, te adelantamos que quedarás gratamente sorprendido con los rincones con tanto encanto que encierra.
Toda la información al detalle
- 1 Mejores sitios que ver y visitar en provincia de Segovia
- 1.1 Ciudad de Segovia
- 1.2 Riaza y los pueblos rojos y negros de Segovia
- 1.3 Ayllón, casas señoriales blasonadas
- 1.4 Maderuelo, pueblo amurallado
- 1.5 Parque Natural de Hoces del Río Riaza
- 1.6 Pedraza, villa medieval amurallada
- 1.7 Navafría en provincia de Segovia
- 1.8 Sepúlveda en provincia de Segovia
- 1.9 San Frutos de Duratón en las Hoces del Río Duratón
- 1.10 Río Duratón, paisajes naturales e iglesias románicas
- 1.11 Castillo de Coca en provincia de Segovia
- 1.12 Cuéllar, iglesias mudéjares
- 1.13 Martín Muñoz de las Posadas
- 1.14 Santa María la Real de Nieva, gran claustro gótico
- 1.15 La Granja de San Ildefonso, palacio y fuentes monumentales
Mejores sitios que ver y visitar en provincia de Segovia
A continuación te vamos a detallar los mejores sitios que puedes visitar en la provincia de Segovia.
Ciudad de Segovia
La capital segoviana es una de las ciudades más bellas e interesantes de ver y bien merece más de un día para conocerla y disfrutar de sus numerosos monumentos y rincones llenos de encanto, así como dedicar el tiempo necesario para gozar de su gastronomía.
Hay que recordar que Segovia es una de las ciudades que están inscritas en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, es decir que se reconoce que su valor e importancia no es de un monumento concreto sino del conjunto del casco histórico.
Por supuesto hay monumentos únicos como el Acueducto, el Alcázar y la Catedral.
Pero además es una delicia pasear por sus calles y plazas y continuamente encontrar miradores o iglesias llenas de encanto, como la Vera Cruz, San Martín o el monasterio del Parral.
Y también hay barrios, como la Judería, las Canonjías, que bien merecen un paseo tranquilo.
Una forma muy especial de ver la ciudad es en un viaje en globo que ofrece vistas espectaculares.
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Y aquí tienes información de cómo llegar a Segovia desde Madrid, y cómo aparcar en Segovia.
Riaza y los pueblos rojos y negros de Segovia
Se puede ir directamente desde Riaza a Ayllón por la N-110 o dar un rodeo por carreteras de montaña en busca de pueblos pequeños en los que destaca el color de las construcciones.
Después de visitar Riaza y las calles alrededor de la Plaza Mayor, se inicia una ruta por los pueblos rojos de Segovia.
Alquité, Martín Muñoz de Ayllón, Becerril, Villacorta y Madriguera son algunos ejemplos de esta arquitectura local en la que la arcilla define el color de los muros de casas e iglesias.
No hay que acostumbrarse porque enseguida cambia la imagen de estas poblaciones y llegamos a una serie de pueblos oscuros, casi negros, de arquitectura de pizarra., donde El Muyo, Serracín y El Negredo son lugares para detenerse y disfrutar del silencio.
La iglesia de Santa María, fuera de El Negredo, entre encinas, sorprende con sus capiteles en el pequeño pórtico. Se continúa después el viaje hacia Ayllón siguiendo el valle del río Aguisejo.
Ayllón, casas señoriales blasonadas
Ayllón es una de las poblaciones con más historia de la provincia de Segovia.
Es emocionante atravesar el Arco, una de las tres puertas de la muralla, y adentrarse en este pueblo lleno de encanto y sabor.
Primero aparece la fachada gótico florida del palacio de los Contreras antes de penetrar en la Plaza Mayor, con casas de soportales sobre las que sobrevuela la espadaña de la iglesia de San Miguel.
Luego se camina entre casas y palacios con fachadas blasonadas que hablan de tiempos espléndidos, como las Casas Consistoriales o la Casa del Águila.
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También el palacio del obispo Velosillo que ahora alberga el sorprendente Museo de arte Contemporáneo.
Asimismo hay varias iglesias, y del convento de San Francisco, ahora en ruinas, se dice que fue fundado por el mismísimo san Francisco de Asís.
Maderuelo, pueblo amurallado
Maderuelo se encuentra sobre una loma estrecha rodeada por el río Riaza, cuyo cauce aquí es muy ancho por ser en realidad el extremo del Embalse de Linares.
La entrada por un arco en la muralla es de las que no se olvidan.
Luego se camina entre caserones antiguos en busca de las plazas, las de San Miguel y Santa María, cada una con su iglesia correspondiente.
Algo digno de verse es la ermita prerrománica de la Santa Cruz.
Se levanta al otro lado del río, junto al puente, y allí se encontraban unos excepcionales frescos que fueron trasladados al Museo del Prado.
Ahora queda la impronta, pero recientemente se ha instalado una reproducción.
Parque Natural de Hoces del Río Riaza
El Parque Natural de Hoces del Río Riaza es uno de los espacios naturales más espléndidos de la provincia.
Es un conjunto de 12 kilómetros a lo largo del curso medio del río Riaza en el que abundan las hoces y desfiladeros.
En el tramo más cercano a Montejo se trata de un valle con una vega al fondo, y a unos cuatro kilómetros del pueblo se descubren las ruinas de la iglesia románica de San Martín del Casuar.
El enclave es delicioso, pero lo bueno no ha hecho más que empezar.
Se entra entonces en el tramo intermedio del parque, donde el río se encaja entre farallones de hasta 150 metros de altura.
El tercer tramo es el ocupado por el Embalse de Linares, que llega hasta la villa de Maderuelo.
Pedraza, villa medieval amurallada
Pedraza tiene algo de cuento: una villa amurallada en lo alto de una roca inmensa coronada por un castillo.
De Pedraza se puede decir que el edificio más reciente es del siglo XVII, aunque la mayoría son muy anteriores.
Es como si el lugar se hubiera congelado en el tiempo y ahora se viviera un ambiente de otra época.
A Pedraza sólo se puede acceder por una puerta y uno se adentra en la calle Real de camino a la plaza Mayor, irregular y maravillosa, con casonas con soportales y una extraordinaria iglesia románica.
En realidad todas las calles son un conjunto que incita al paseo demorado.
El castillo alberga un museo dedicado a la obra de Ignacio Zuloaga.
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Una de las vistas más impresionantes del conjunto se tiene desde la carretera a La Velilla, cuando Pedraza deslumbra en lo alto de la roca.
Navafría uno de esos pueblos de sólida arquitectura serrana.
Aquí la sorpresa la da el museo que conserva el Martinete de la Fundición de Cobre, donde se muestra este ejemplo único de establecimiento preindustrial para batir y modelar el cobre.
En sus alrededores se puede disfrutar de los atractivos del Parque Nacional Sierra de Guadarrama.
Sepúlveda en provincia de Segovia
Sepúlveda, uno de los lugares más afamados para disfrutar del cordero asado y la gastronomía segoviana, aparece escalonada sobre una loma empinada.
Una vez dentro, un paseo por Sepúlveda es una ruta de descubrimientos ya que hay una gran cantidad de casonas e iglesias por donde es posible demorarse horas en la visita.
Hay historiadores que afirman que la iglesia del Salvador, situada en la parte alta de la villa y con más de mil años de antigüedad, es el monumento de arte medieval más genuinamente español.
Más abajo, el rincón de la plaza Mayor con la escalinata, el crucero y la iglesia de San Bartolomé es uno de los más encantadores que se pueda imaginar.
Justo donde termina el pueblo se puede iniciar un paseo por el Desfiladero del Duratón.
San Frutos de Duratón en las Hoces del Río Duratón
En las Hoces del río Duratón, una pista por la que hay que circular muy despacio conduce a un aparcamiento desde donde se inicia un paseo hasta la Ermita de San Frutos, que se encuentra sobre unos peñascos cortados a pico sobre el Duratón.
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Para llegar a la ermita hay que pasar un puente que supera la llamada Cuchillada.
Una leyenda afirma que san Frutos creó esa brecha con un golpe para proteger el lugar de los musulmanes.
Aquí se tiene todo: el arte, la leyenda, el río, el desfiladero y el cielo. Y tal vez hasta el vuelo de los buitres.
Es uno de los mejores lugares para disfrutar del Parque Natural Hoces del Río Duratón.
Río Duratón, paisajes naturales e iglesias románicas
Más allá de Sepúlveda y el parque natural Hoces del río Duratón, se puede seguir el curso de este río en busca de tesoros del románico.
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No hay que perderse la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, a las afueras del pueblo de Duratón, uno de los más bellos ejemplos del románico rural segoviano.
Aguas abajo se llega a Fuentidueña, villa fortificada con restos del castillo y la muralla, además de un palacio, varias iglesias y casas con soportalers que se descubren al pasear por sus calles.
El ábside de la iglesia de San Martín fue desmembrado y pieza a pieza se envió “temporalmente” a Estados Unidos donde fue reconstruido.
La iglesia de San Miguel sí se conserva en buen estado tras su restauración.
Castillo de Coca en provincia de Segovia
El castillo de Coca es una fortaleza del siglo XV, joya del arte mudéjar, en cuya construcción participaron obreros y artesanos moriscos.
A pesar de estar construido con ladrillo, su foso y sus gruesos muros le aportan un carácter inexpugnable.
El castillo eclipsa de alguna manera los otros atractivos de Coca, que son muchos.
Las murallas romanas, con una imponente puerta, nos habla de su importancia hace muchos siglos y de hecho se cree que fue el lugar de nacimiento del emperador Teodosio.
La Domus romana es otro recuerdo de esos tiempos.
Antes de llegar, ya habremos visto la Torre de San Nicolás destacando sobre el resto de las construcciones.
La iglesia de Santa María, mudéjar, guarda una serie de sepulcros renacentistas de los señores locales.
Cuéllar, iglesias mudéjares
Cuéllar conserva muchas huellas de su importancia de hace siglos y es el centro de importantes muestras del estilo mudéjar que muchas veces es descrito como el románico de ladrillo.
Sus cuatro parroquias (San Martín, San Andrés, San Esteban y El Salvador) son el mayor conjunto de este estilo en España.
En la de San Martín se encuentra ahora el Centro de Interpretación del Arte Mudéjar.
Su castillo, situado en la parte más alta de la población, fue mandado construir por Beltrán de la Cueva, valido de Enrique IV de Castilla, que es conocido por haber sido el supuesto padre de Juana la Beltraneja.
Al caminar por sus calles aparecen continuamente palacios y casas nobles con blasones en la portada, y también abundan los conventos.
Pero Cuéllar tiene a gala asar el cordero de una manera especial y celebrar, desde hace 800 años, los encierros más antiguos de los que se tiene noticia; la cita es el último fin de semana de agosto.
Martín Muñoz de las Posadas
Martín Muñoz de las Posadas es un pueblo de pequeñas dimensiones, pero repleto de historia.
Su esplendor se debe al cardenal Diego de Espinosa, hijo de la villa, que llegó a ser regente durante las ausencias de Felipe II.
En su plaza destaca la imponente iglesia parroquial, construida a lo largo de tres siglos, y por eso tiene tres portadas de diferentes épocas y estilos, gótica, renacentista y plateresca.
En su interior hay pinturas murales y, sobre todo, un cuadro de El Greco que representa una crucifixión.
La plaza es tan grande porque en ella se levantaba un mercado semanal y una feria anual.
Ligeramente fuera de la plaza se levanta el palacio del cardenal Espinosa, de típicas hechuras castellanas con un patio clasicista.
Santa María la Real de Nieva, gran claustro gótico
Santa María la Real de Nieva es un lugar lleno de arte, historia y leyenda.
El monasterio fue construido por deseo de Enrique III el Doliente y su esposa Catalina de Láncaster.
La villa que surgió a su alrededor llegó a ser sede de Cortes en el siglo XV.
Las portadas son interesantes, pero el claustro, de estilo gótico arcaizante, es espectacular, el mejor de la provincia.
Tiene 80 columnas rematadas por preciosos capiteles que representan todo tipo de historias, desde escenas bíblicas y de la vida monástica a lances de batallas o caza.
La Granja de San Ildefonso, palacio y fuentes monumentales
El palacio y los jardines de la Granja de San Ildefonso representan la llegada de los Borbones al trono de España y suponen un cambio con todo lo que se había construido en Segovia con anterioridad.
El Palacio Real de La Granja impone por sus dimensiones y su ubicación, al pie de la Sierra del Guadarrama y entre pinares.
Su interior es un auténtico museo de muebles, pinturas, relojes y tapices. Al lado se levanta una colegiata de estilo barroco.
Los Jardines de la Granja son también dignos de verse, con sus fuentes monumentales con estatuas que tienen algo de versallesco, y donde también puedes ver el curioso y encantador rincón del Puente de los Suspiros.
Las Fuentes de la Granja sólo funcionan los fines de semana desde Semana Santa hasta el verano, con un calendario condicionado por la disponibilidad de agua en el gran estanque que la suministra.
La villa es completamente diferente a cualquier población segoviana, con las calles ordenadas siempre en relación al palacio.
Segovia es una de las mejores excursiones que pueden realizarse desde Madrid, y aquí lo dejáis muy bien reflejado. Yo realicé esta visita a través http://madrid-experience.com/es/tour-privado-segovia/ totalmente recomendable. Una ciudad que no se deben perder.