Así es la Ruta de iglesias románicas por el río Duratón (Segovia)

Al pensar en una excursión por los pueblos de la provincia de Segovia, una buena idea es seguir el curso del río Duratón.

Sepúlveda y el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón, donde se encuentra el santuario de San Frutos, son los lugares más conocidos, pero hay otros pueblos y monumentos en las cercanías que bien merecen ser conocidos.

Hasta la aparición de las modernas carreteras, los ríos definían muchas de las vías de comunicación. Por eso, plantearse una ruta siguiendo un río permite a veces recorrer una zona que en otros tiempos formaba una unidad.

Es sabido que el río Duratón, que sólo tiene poco más de 100 kilómetros de longitud, está cargado de historia.

Aunque nace en la Comunidad de Madrid y se une al río Duero cerca de Peñafiel, ya en la provincia de Valladolid, se puede decir que la mayor parte de su curso transcurre por la provincia de Segovia.

Esta parte oriental de las tierras segovianas tuvo gran importancia durante la Edad Media, en la época de la Reconquista. Por eso conserva muchos monumentos de esa época, sobre todo del estilo románico.

La idea de buscar los monumentos románicos a lo largo del curso del río Duratón es una buena sugerencia para una excursión de un fin de semana.

Los parajes naturales de las Hoces del río Duratón y los famosos asadores de Sepúlveda son el complemento perfecto para una visita cultural tras los monumentos históricos.

Al estar muy cerca de las carreteras N-I y la N-110 se puede llegar a Sepúlveda muy fácilmente desde muchos lugares.

Por ejemplo, Sepúlveda se encuentra a 130 kilómetros de Madrid, por lo que el viaje dura poco más de una hora y media.

Ruta de iglesias románicas de Duratón a Fuentidueña

El recorrido propuesto en esta ruta siguiendo el curso del río Duratón por la provincia de Segovia es el tramo comprendido entre los pueblos de Duratón y Fuentidueña.

El recorrido completo, incluyendo el desvío a la ermita de San Frutos, no llega a 60 kilómetros.

Duratón en provincia de Segovia

Si optamos por seguir el cauce del Duratón río abajo, la primera parada es el pueblo con el mismo nombre que el río.

Duratón es un pequeño pueblo de apenas 30 habitantes. De hecho, forma parte del término municipal de Sepúlveda, que se encuentra a unos siete kilómetros de distancia.

Iglesia románica de Duratón

El tesoro a descubrir en Duratón es la hermosa iglesia románica de Nuestra Señora de la Asunción, uno de los ejemplos más bellos del románico rural de la provincia de Segovia.

El templo se encuentra al pie de una loma a las afueras del pueblo.

Se puede llegar fácilmente a pie cruzando el Duratón por un puente románico, el cual ahora es peatonal, y también se puede llegar en coche dando un pequeño rodeo, y hay una zona de aparcamiento junto a la iglesia.

El templo se construyó entre los siglos XII y XIII aunque tiene añadidos posteriores, como la torre.

Enclavada en un paraje solitario, la iglesia es muy atractiva, pero del conjunto destaca la decoración de los capiteles de la galería porticada. Algunos de estos capiteles están muy bien conservados.

Junto a la iglesia aparecen unos sarcófagos visigodos. Aquí se encuentra una de las necrópolis visigodas más extensas de la Península.

Sepúlveda en provincia de Segovia

El lugar más conocido de esta ruta es Sepúlveda. Se trata, sin duda, de uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Segovia.

La llegada a Sepúlveda, es muy espectacular, con las casas en una ladera empinada y el conjunto rodeado por las hoces excavadas por los ríos Duratón y Caslilla.

La silueta de la iglesia románica del Salvador domina el panorama.

Aunque sus orígenes son muy anteriores, desde el siglo VIII se convirtió en el centro de una comarca cuyos terrenos llegaban a varias de las provincias circundantes.

Sepúlveda es un lugar perfecto para pasear sin rumbo y descubrir sus rincones poco a poco.

Pero, por lo empinado de algunas calles, conviene ir provistos de un buen calzado.

El centro del casco histórico es la Plaza Mayor, una típica plaza castellana, con soportales y casas centenarias.

Los restos del castillo con una antigua espadaña sobre la Casa Consistorial le dan una auténtica personalidad.

Desde el primer momento empezaremos a ver los carteles de los típicos asadores que ofrecen uno de los mejores corderos asados de toda la provincia. Para muchos, de toda España.

También hay algunas pastelerías tradicionales que bien merecen una visita.

Iglesia del Salvador en Sepúlveda

Entre los lugares que no hay que perderse destaca la antes citada iglesia del Salvador.

Se trata de una iglesia románica de una sola nave. El ábside es precioso pero lo más destacado es la galería porticada, la más antigua de las conocidas en la provincia.

Desde la iglesia hay unas preciosas vistas del pueblo de Sepúlveda y sus alrededores.

Otra iglesia románica interesante es la de Nuestra señora de la Peña, pero, sobre todo, Sepúlveda destaca por el entramado de calles con casas aportaladas, casonas góticas, renacentistas y barrocas, además de restos de las murallas con sus arcos.

Hoces del Duratón en provincia de Segovia

Justo al lado de Sepúlveda empieza el Parque Natural de las Hoces del Duratón.

Recomendamos que antes de recorrerlo hagamos una visita a la Casa del Parque que se encuentra en el casco histórico de Sepúlveda, en la antigua iglesia románica de Santiago, para obtener información.

Hay que saber que para adentrarse en determinadas zonas del parque, durante algunos meses del año es necesario obtener un permiso. Así se limita el número de visitantes en época de cría de los buitres.

El parque es bastante grande ya que el río Duratón ha ido excavando, a lo largo del tiempo, una serie de hoces hasta crear un cañón de más de 20 kilómetros de longitud.

Parte de este cañón está cubierto por las aguas del embalse de Burgomillodo y se puede recorrer en excursiones en kayak.

Ermita de San Frutos en Hoces del Duratón

Uno de los lugares favoritos de todos en las Hoces del Duratón es la ermita de San Frutos.

Esta ermita ocupa un enclave excepcional, asomándose a los precipicios del Duratón.

Para llegar hay que ir a Villaseca y luego tomar una pista de tierra de unos cinco kilómetros. La pista es apta para cualquier tipo de vehículo, pero hay que conducir muy despacio.

Desde el aparcamiento al final de la pista hay un corto paseo hasta la ermita., zona donde hay muy buenos miradores ya que el Duratón traza varios meandros.

Uno de los atractivos de la zona es la abundancia de buitres que sobrevuelan las hoces en gran número, sobre todo a última hora de la tarde.

San Frutos fue un eremita que se recluyó en este apartado lugar, y  con el tiempo adquirió fama de milagrero. En el siglo XI se construyó una ermita en su honor que luego fue ampliada con otras dependencias.

Fuentidueña en provincia de Segovia

Fuentidueña es uno de los tesoros poco conocidos de la provincia de Segovia.

Sus casas se extienden en la ladera de un cerro coronado por un castillo y rodeado por murallas.

Algunos tramos de la muralla tienen almenas, lo que le da una imagen como de película.

En la parte alta, la puerta de Alfonso VIII se abre directamente a una zona despoblada con campos de cereal atravesado por una pista de tierra.

Si se entrara por este camino, la imagen que se tendría de Fuentidueña sería de otro tiempo.

Iglesias románicas en Fuentidueña

Fuentidueña tenía dos iglesias románicas, la de San Martín y San Miguel.

De la iglesia de San Martín sólo quedaba el presbiterio y el ábside, pero ahora ni eso ya que el ábside se vendió en 1958 y ahora se encuentra en el museo Los Claustros en Nueva York.

La iglesia de San Miguel sí está bien restaurada. Se trata, como tantas otras de Segovia, de una iglesia de una nave y con una galería porticada.

Los capiteles, canecillos y metopas están decorados con relieves con todo tipo de escenas, desde rostros a sirenas y desde escenas sexuales a cabezas de animales.