Lo mejor que ver en Sun City: Fundación Frank Lloyd Wright

Hoy iniciamos nuestra primera jornada del viaje costa a costa por Estados Unidos en compañía de nuestros amigos Dolors y Miquel.

Y nuestra primer objetivo es visitar el centro downtown de Phoenix.

Muy parecido al de otras ciudades americanas de su tamaño, tiene dos características bien diferenciadas: el calor seco reinante y la absoluta tranquilidad de un centro de una gran ciudad casi sin transeúntes.

Dimos algunas vueltas caminando, fotografiando los grandes rascacielos, los estadios, sus calles desérticas llenas de oficinas, algún museo o centro cultural que estaba abierto al público.

Desde allí cogimos el coche y nos acercamos a Sun City, una ciudad que nació en 1960 y está dedicada casi exclusivamente a ser residencia de personas retiradas, en su gran mayoría estadounidenses.

No he podido saber cuántos jubilados residen en Sun City, pero puedes recorrer kilómetros y kilómetros de calles y avenidas rodeadas de bonitas casas.

Casi todas de una planta, están independientes unas de otras,  sin rejas ni vallas de separación, rodeadas de césped, palmeras y cactus y con bastantes piscinas.

En las zonas comerciales existentes abundan los servicios necesarios para una población mayoritariamente jubilada y de la tercera edad.

Desde centros médicos y clínicas especializadas. hasta agencias de viajes, restaurantes y cafés.

Entramos en uno de estos restaurantes cafeterías donde, a pesar de nuestra edad, éramos los más jóvenes, incluidas las camareras.

Como curiosidad, las sillas de las mesas tenían una pequeñas ruedas en cada una de las patas para facilitar su movimiento.

Después de visitar Sun City, y de camino hacia la sede de la Fundación del arquitecto Frank Lloyd Wright paramos a comer en un establecimiento tipo pub irlandés, pues buscando un lugar agradable para comer, fresco, con comida más o menos atractiva y, sobre todo, donde pudieran servir alcohol para poder tomar cervezas ¡Uno se satura de grandes vasos de refresco variados llenos de hielo!

Tras una agradable comida sentados en altas banquetas junto a grandes toneles a modo de mesa, nos dirigimos a la sede de fundación del citado arquitecto.

Frank Lloyd Wright, quien falleció en Phoenix en 1959, era un arquitecto estadounidense y uno de los principales maestros de la arquitectura del siglo XX, conocido por la arquitectura orgánica y funcional de sus diseños.

La Fundación Frank Lloyd Wright mantiene su sede internacional en Taliesin West, en Scottsdale, cerca de Phoenix.

La fundación abarca un amplio abanico de actividades para preservar el legado de Frank Lloyd Wright.

Entre ellas, ofrece la oportunidad al público en general de conocer las principales ideas que han generado su trabajo; aumentar la concienciación pública de la importancia de la arquitectura tanto para la sociedad como para el individuo; estimular una demanda en busca de la excelencia en la arquitectura y el diseño.

Situada en un lugar aislado, semidesértico, árido y, como Arizona en general, repleto de cactus chungueros (llamados allí saguaros) tipo películas del oeste, fuimos a la fundación porque Montse, hija de Dolors y Miquel, es arquitecta y nos recomendó encarecidamente esta visita.

Luego nos dirigimos a visitar Mystery Castle, construcción original realizada a mediados del pasado siglo y recomendada por alguna web en Internet, pero estaba cerrada, o sea que nuestro gozo en un pozo, y regreso al hotel.

Hoy ha sido un día más o menos de transición, tranquilo, para conocer Phoenix y alrededores, y así permitir a nuestros compañeros de viaje reponerse un poco después del largo vuelo.

Mañana salimos hacia Monument Valley, 600 kilómetros, uno de los platos fuertes del viaje.

El día ha sido caluroso, muy caluros, seco, con 44º, un calor desértico que nos hace desear una fuerte tormenta que nunca llega.

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