Estados Unidos

Así es nuestra experiencia de visitar San Francisco

Ambiente turístico en el Embarcadero de San Francisco
Ambiente turístico en el Embarcadero de San Francisco
Conoce cómo ha sido el paseo por San Francisco en el road trip viaje costa a costa por Estados Unidos y Canadá

Último día del viaje de nuestros amigos Dolors y Miquel, quienes nos han acompañado en el tramo por la costa oeste de nuestro road trip costa a costa por Estados Unidos y Canadá.

La próxima madrugada ya acaban su estancia vacacional. Vuelan de San Francisco a Barcelona, vía Philadelphia.

Por este motivo, a primera hora Miquel y yo nos dirigimos a un locutorio de internet cercano (en este caso de Fedex) para imprimir las tarjetas de embarque de sus vuelos, cosa que hicimos más o menos satisfactoriamente.

Los centros de internet más avanzados, como este, disponen de impresoras de diversos tipos, en color y blanco y negro, que tú gestionas directamente mediante la introducción de la tarjeta de crédito en una ranura al efecto existente al lado de cada pantalla, y donde puedes imprimir documentos a distintos tamaños.

Hemos dedicado todo el día a hacer un largo paseo por la ciudad de San Francisco.

Hemos cogido algún tranvía, pero la caminata ha sido importante.

Más de ocho horas recorriendo los diferentes lugares de la ciudad: el centro Downtown al completo, parando a tomar algún café con alguna pasta a media mañana, entrando en tiendas y grandes almacenes, comprando CD,s con canciones sobre San Francisco, como las que nos emocionaron en aquel autobús del City Tour que realizamos hace un par de días.

Leones marinos en el Pier 39 de Fisherman´s Wharf en San Francisco
Leones marinos en el Pier 39 de Fisherman´s Wharf en San Francisco

También paseamos por todos los embarcaderos y muelles, el Fisherman´s Wharf al completo, entrando en tiendas de souvenirs.

Comimos de nuevo en el restaurante Pier Market – Seafood Restaurant & Market, en el Pier 39, donde volvimos a utilizar que mientras esperas tu turno paseando por los alrededores, te avisa cuando la mesa está preparada.

En esta ocasión Dolors y Miquel tuvieron la gentileza de invitarnos a una gran comida con vino, cerveza, postre y irish coffee en, otra vez, una buena mesa con vista al muelle.

En este paseo también visitamos el interior de un submarino de la Marina americana de la Segunda Guerra Mundial, donde nos volvimos a sorprender de la claustrofobia que generan estos espacios tan estrechos y agobiantes.

Pensar que, además, navegan bajo la superficie y totalmente cerrados da hasta dolor de cabeza.

Submarino en el Embarcadero de San Francisco
Submarino en el Embarcadero de San Francisco

Tras visitar el submarino entramos en un museo de autómatas parecido al del Tibidabo de Barcelona, pero a lo americano.

Paseando vimos también muchas gaviotas caminando entre nosotros buscando comida, volvimos a mirar la gran cantidad de leones marinos tomando el sol, y, en general toda la zona era como un lugar imposible de aburrirte.

Nos llamó la atención un mendigo relativamente joven sentado en el suelo con un cartel que decía: “Why lie, I need a beer” (porque mentir, necesito una cerveza). Más claro, agua, sorry, cerveza.

Nos recorrimos toda Powell Street caminando, entramos de nuevo en una parte del barrio Chinatown donde Miquel y Aurora se cortaron y arreglaron el pelo  en una pequeña peluquería china. La única peluquera lo hizo muy bien, rápido y por un precio un ¡¡ 35 por ciento !! más bajo que el habitual en España.

Finalmente, cogimos un tranvía para dirigirnos al hotel tras finalizar la jornada por San Francisco.

Llegamos destrozados, pero vivos, por lo que después de una gran ducha cenamos en la habitación las ensaladas, sandwiches, quesos y cervezas habituales y a dormir.

Turistas en Segway por las calles de San Francisco
Turistas en Segway por las calles de San Francisco

Eso sí, muy poco pues a las 2 de la madrugada acercamos a los viajeros Dolors y Miquel al aeropuerto internacional de San Francisco. Su vuelo salía muy pronto por la mañana y por cuestión de seguridad, había que estar tres horas antes.

Allí les dejamos, en un aeropuerto a oscuras, con muy poca gente, es decir, casi nadie. Nosotros regresamos al hotel y pudimos dormir un poco más.

En resumen un día muy agradable, en un día soleado, con una luz especial y unos 22º de temperatura.

We love San Francisco!!

Acerca del autor

Salvador Samaranch

Salvador es un gran viajero y colaborador de Guías Viajar, donde con una serie de artículos nos cuenta la gran experiencia de su viaje Costa a Costa por Estados Unidos y Canadá

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