Cómo visitar y qué ver en Judería de Hervás (Cáceres): historia

Enclavado en el Valle del Ambroz, Hervás es un pueblo muy atractivo y uno de los principales destinos en una ruta de turismo por el norte de la provincia de Cáceres, en Extremadura.

Vale la pena ir a Hervás para recorrer los bosques que cubren sus alrededores y que lo están convirtiendo poco a poco en un destino muy importante de turismo activo y naturaleza.

Pero su patrimonio cultural e histórico no se queda atrás.

Judería de Hervás, barrio medieval

De hecho, Hervás siempre ha sido conocido fundamentalmente por su judería, un barrio de carácter medieval muy bien conservado donde durante el siglo XV vivió una buena cantidad de familias judías.

Este conjunto de arquitectura tradicional es tan interesante y está tan poco alterado que en 1969 fue declarado Conjunto Histórico.

Su trazado urbano tiene mucho de laberinto, con estrechos pasadizos y calles irregulares, muchas de ellas en cuesta.

Aunque en Hervás hay muchos otros atractivos, la judería es desde hace mucho tiempo el principal destino turístico.

Es uno de esos espacios llenos de encanto, donde la arquitectura popular centenaria se ha conservado tan bien que transmite la sensación, al recorrerlo, de un viaje en el tiempo.

Es un tópico decir algo así, pero en este caso tiene todo el sentido.

Arquitectura tradicional de Hervás: cómo son las casas

Hay que remarcar que uno de los aspectos más interesantes de un recorrido por la Judería de Hervás es que las casas muestran claramente las formas de construcción tradicionales del siglo XV.

Una buena cantidad de ellas no muestra ningún tipo de enlucido que oculte los materiales utilizados.

Así se aprecia claramente que hay una planta baja construida con piedra, y un cuerpo principal de uno o dos pisos de ladrillo o adobe, con un entramado de madera de castaño, normalmente cubiertas por voladizo.

Muchas casas tienen balcones saledizos, que suelen estar poblados de macetas.

Puede sorprender al recorrer la Judería como otros barrios de Hervás, y asimismo otros pueblos de la zona, que algunas casas tienen una o dos paredes revestidas de tejas.

Ello se debe a que aquí la lluvia se combina con el viento y cae frecuentemente de manera inclinada.

Las tejas protegen la pared como lo hacen normalmente con los techos.

Curiosidades de la historia del Barrio Judío de Hervás

Este barrio, que ha sabido conservar su impronta medieval, es sin duda una de las señas de identidad de Hervás.

En los años 90 del siglo pasado se inició una labor de rehabilitación integral, pionera en Extremadura, en la que participaron organismos públicos y los propios vecinos, la cual ha dado excelentes resultados.

Cuántos judíos vivían en Hervás y desde cuándo

Se calcula que desde finales del siglo XIV y casi la totalidad del XV, en Hervás residían unas 45 familias de judíos, una cantidad importante si pensamos que la población total podría ser de 200.

Muchas se habían refugiado en este lugar a partir de 1391 huyendo de los disturbios antijudíos en distintos lugares de Castilla y Andalucía.

Aquí encontraron una población pequeña y acogedora, la protección del señor de Béjar, de quien dependían estos territorios, y la cercanía a Portugal, país que podía convertirse en un refugio si se complicaba la situación.

Con el tiempo se formó una comunidad próspera, pero todo se complicó en 1490 cuando los Reyes Católicos dictaron la expulsión de los judíos de España.

Se piensa que aproximadamente la mitad de la población judía de Hervás huyó a Portugal y la otra mitad permaneció en el pueblo, quedando sujeta a la conversión forzosa al cristianismo.

Años después, algunos de los judíos huidos regresaron a Hervás.

En 1522 se formó la Cofradía de Nuestra Señora de la Asunción con cristianos nuevos.

Esta cofradía les permitió, probablemente, mantener algunas costumbres judías bajo una apariencia de aceptación del cristianismo.

Se sabe que tenían su propio lagar, lo que hace suponer que continuaron elaborando el vino según los preceptos kosher.

Hay que tener presente que este barrio que ahora conocemos como la Judería no era un gueto, sino un espacio en que convivían familias judías y cristianas.

Lo mejor que ver y hacer en la visita de la Judería de Hervás

No hace falta decir que la única manera de visitar la Judería de Hervás es caminando dadas las cuestas y a veces los peldaños que encontraremos, además de las calles estrechas.

Esta visita se puede hacer con un plano para saber en cada momento dónde se está, o bien paseando al azar y dejándose sorprender por lo que se va descubriendo al doblar cada esquina.

En cualquier caso, el espacio ocupado por la Judería es suficientemente compacto como para recorrerlo en su totalidad fácilmente.

Al mismo tiempo hay que tener en cuenta que su peculiar trazado laberíntico y las cuestas pueden complicar la visita a personas con problemas de movilidad.

Gran Estrella de David en La Plaza de Hervás

El recorrido por la Judería puede empezar en La Plaza. En uno de sus extremos veremos en el suelo una gran estrella de David, que de alguna manera simboliza la entrada a este barrio.

Tomamos entonces por la calle que se abre en ese lugar, la calle de Abajo y enseguida sentimos que entramos en una zona de calles estrechas y callejones algo diferente a los barrios de Hervás que hemos recorrido hasta llegar aquí, que aunque de gran sabor tradicional, mostraban calles más anchas.

Olivo de Jerusalén en la Judería de Hervás

Lo primero que vamos a encontrar, en una mínima plazoleta, es un olivo traído desde Jerusalén.

Por esta calle ya vamos encontrando buenos ejemplos de la arquitectura centenaria que caracteriza a la Judería.

Pronto llegamos a una bifurcación con dos calles que se abren alrededor de una vivienda con un gran balcón corrido y una fuente.

Tomamos la que sale a mano izquierda, que es la continuación de la propia calle de Abajo.

Si la seguimos, acabaremos llegando al río Ambroz, pero justo antes de llegar al puente podemos girar hacia la izquierda para tomar la calle Cuesta.

Patio de los Cactus en la Judería de Hervás

Al avanzar unos pocos metros, a mano izquierda llegamos al curioso Patio de los Cactus.

Allí un vecino ha ido formando un jardín de cactus, muchos de ellos diminutos, pero que forman un conjunto excepcional.

Puente de la Fuente Chiquita en Judería Hervás

De vuelta llegamos al río, que podemos cruzar por el puente de la Fuente Chiquita.

El detalle más interesante del puente es la lápida funeraria que se encuentra en lo alto.

Aunque muy desgastada, todavía se puede reconocer la imagen de un caballero, y la lápida probablemente provenga de un sepulcro de finales del siglo XIV.

Al cruzar el puente nos encontramos ya fuera del casco urbano, y si giramos hacia la derecha, podemos disfrutar de una de las vistas más conocidas de la Judería.

El espacio que queda entre las casas y el río se convierte durante la celebración del Festival Los Conversos en el escenario donde se representa una obra dramática relacionada con la historia de Hervás.

Callejón de Morón, calle más estrecha de España en Hervás

Hay que regresar al puente, cruzarlo de nuevo y tomar a la izquierda por la calle del Vado, que es la que pasa por detrás de las casas que hemos visto asomándose al río.

Si esta calle parece bastante estrecha, hay que fijarse en el Callejón de Morón, el cual sale a nuestra derecha y es considerado como la calle más estrecha de España.

Siguiendo por la calle del Vado llegamos a la calle de Amistad Judeo Cristiana, con una placa que conmemora el encuentro de las dos culturas.

Hacia la izquierda tomamos ahora la calle Rabilero, una de las más interesantes de toda la Judería.

Cestería artesanal en Judería de Hervás

No hay que perderse, en el número 25, la Cestería Longinos.

Se trata del último representante de una antiquísima tradición de cestería artesanal realizada con la madera de los castaños de la zona.

Además podemos decir que sus precios son realmente baratos para la calidad de los trabajos.

Aunque ya ha desaparecido, la tradición afirma que en el número 19 de esta calle se encontraba la Sinagoga de Hervás, la cual fue derribada en el siglo XX.

Su escuela talmúdica fue un importante centro educativo en el siglo XV.

Este templo judío también se recuerda en la calle Sinagoga, que ya es el límite del casco urbano.

Toca ahora subir por la calle Cuestecilla para buscar el centro de Hervás.

Antiguo Convento de los Trinitarios en Hervás

En cuanto salimos de la Judería nos encontramos en una zona más llana y de calles más anchas. Y si miramos hacia la izquierda, veremos el antiguo convento de los Trinitarios.

De la segunda mitad del siglo XVII, es muy posterior a todo lo que hemos visto de fuerte regusto medieval en la Judería.

Pero hay que mencionar que este convento fue construido con las donaciones de María López Burgalés, descendiente de antiguos judíos conversos.

Esto nos indica que la presencia y la herencia judía en Hervás duró mucho más que el siglo en el que habitaron en esta población una serie de familias en buena convivencia con las mayoría cristiana.