Así es la visita del Cementerio Arlington en Washington

Hoy es domingo e iniciamos nuestra segunda jornada en Washington DC, en nuestro viaje costa a costa por Estados Unidos y Canadá.

Hemos salido temprano del hotel, a las 8,30 horas, y nos hemos dirigido directamente hacia Georgetown, población cercana a Washington DC.

El recorrido desde el hotel ha sido a través de carreteras sin mucho tráfico, imaginamos que porque es festivo, atravesando un parque precioso, Rock Creek Park, donde mucha gente hacia deporte o paseaba.

Georgetown es una ciudad universitaria, población antes separada de Washington DC, pero actualmente absorbida por la capital.

Situada a orilla del río Potomac, dispone de un pequeño puerto, el Washington Harbour,con canoas y algún yate.

La Wisconsin Avenue es un grato lugar para pasear donde hay bastantes tiendas,  aunque hoy domingo estaban cerradas.

Hemos paseado por esta avenida, por el puerto y por el campus de la universidad, la cual recuerda a universidades europeas como la de Oxford.

A continuación hemos ido a visitar el Cementerio Arlington, al otro lado del río Potomac, donde hemos dado un largo paseo de unas ¡tres horas!.

En Arlington hemos visitado la tumba de JFK, con la llama eterna, donde también esta enterrada Jacqueline Bouvier Kennedy Onassis (así lo indica la losa de su tumba).

También hay un bebé, hijo de los anteriores que vivió poco tiempo.

Desde este lugar, al estar situado sobre una colina, se divisa una gran parte de la ciudad de Washington DC,  observándose el Lincoln Memorial, el Obelisco, e incluso el Capitolio.

También hemos visitado la Tumba del Soldado Desconocido donde puedes ver la inscripción “Aquí yacen con honor y gloria  los restos de un soldado americano conocido solo por Dios“.

A las 11 horas, hemos podido asistir bajo un sol de justicia a la ceremonia del Cambio del Guardia.

Después hemos visitado la Arlington House, edificio con una gran historia tras sus muros.

Sobre un verde césped, muy, muy cuidado hay infinidad de tumbas con una cruz cristiana de mármol blanco.

También hay otras con la estrella de David y otras con la simbología musulmana.

Realmente impresiona y te encoje un poco ese entorno, que recuerda a los cementerios de Normandía.

Tras recoger el coche que habíamos dejado en el aparcamiento del Cementerio de Arlington, nos hemos dirigido hacia el centro de la ciudad.

Tras más de 45 minutos de vueltas, lo hemos podido aparcar en Constitution Avenue, muy cerca del obelisco.

Al ser domingo, los aparcamientos en la calle son gratuitos, de ahí que nos ha costado un poco encontrar un hueco.

Hemos visitado durante un par de horas el Museo Americano del Holocausto, siempre sobrecogedor, siempre triste, siempre necesario recordarlo. Importante para generaciones venideras.

A continuación nos hemos dirigido al Obelisco, conocido como Washington Memorial, que se encuentra junto a dicho museo.

Repleto de banderas americanas, desde ahí puedes fotografiar, por un lado, el  Capitolio por un lado, y por otro, el Lincoln Memorial,  con todos los campos verdes a modo de alfombra, el sentido de grandeza, de amplitud.

Finalmente, al coche y al hotel.

El día ha sido muy caluroso, aunque ideal para hacer turismo y paseos.

El potente aire acondicionado de locales y museos es la causa del constipado de Aurora.

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