Cómo visitar museo Romano de Mérida (Badajoz): horarios, precios

El museo Nacional Romano de Mérida es uno de los mejores museos arqueológicos de España.

Recorrer sus salas es como adentrarse en la época, hace unos 2000 años, en que Augusta Emérita era la capital de la provincia romana de Lusitana, la más occidental del imperio, y era una de las poblaciones más florecientes de Europa.

Para imitar de alguna manera el esplendor de Roma entonces en la actual Mérida se construyeron el teatro, el anfiteatro y el circo, además de termas, foros, puentes, etc.

Muchos de los restos de esta época se encuentran expuestos en las salas de este museo excepcional.

Además de las numerosas obras que muestra, el museo ha sido valorado mundialmente por el propio edificio que lo alberga, una obra del arquitecto Rafael Moneo, para el que supuso un gran éxito de impacto internacional.

Por todo ello, el museo Romano es una de las etapas fundamentales en una visita de turismo a Mérida o en cualquier recorrido por la provincia de Badajoz.

Mérida es, por supuesto, un lugar a tener en cuenta a la hora de organizar cualquier recorrido por Extremadura.

Este museo está formado fundamentalmente con piezas halladas en excavaciones realizadas en la propia ciudad de Mérida o en zonas cercanas, lo que nos habla de la importancia de la citada Augusta Emerita.

Dónde está el museo Romano de Mérida

El museo se encuentra muy bien situado junto al Teatro Romano, el Anfiteatro y la Casa del Anfiteatro, y a muy poca distancia de otros lugares monumentales de Mérida, por lo que es muy fácil incorporarlo a un recorrido por la ciudad.

Al estar situado en la calle José Ramón Mélida, una vía peatonal llena de bares y restaurantes, en cualquier momento, antes o después de la visita al museo, es posible descansar y tomar un refresco o comer a muy poca distancia.

Museo Romano de Mérida, edificio del arquitecto Moneo

Como ya se ha dicho, el propio edificio ya es digno de admiración, con independencia de la importancia de las colecciones que alberga.

Es una obra monumental, a la altura de los grandes espacios cercanos como el propio teatro.

Construido en ladrillo, parecería que estuviera rodeado por una gran muralla, pero la uniformidad de las paredes está rota por los contrafuertes y los altos ventanales.

Al entrar vemos el sentido de todo ello.

Primero se baja por una rampa y por una abertura relativamente pequeña y se pasa a la gran sala central, que sobrecoge por su inmensidad, pues este espacio tiene algo como de catedral.

Los contrafuertes del exterior forman parte de los nueve arcos que definen este gran espacio, que es iluminado por una difusa luz cenital que entra por esos ventanales tan altos.

El conjunto reproduce fielmente la monumentalidad de las obras públicas del Imperio Romano.

Estos arcos tienen las mismas dimensiones que el Arco de Trajano que se encuentra en el centro de Mérida y el espacio que se forma entre ellos es el que define las salas de exposición a la derecha y unas zonas con menos fondo, enfrente de cada una, a la izquierda.

Qué ver en la visita del museo Romano de Mérida

Las tres primeras salas se centran en la vida pública y privada en Augusta Emerita. y así se empieza haciendo un recorrido por los espectáculos públicos, de enorme importancia en todo el Imperio.

Encontramos piezas provenientes del Teatro y del Anfiteatro, como pinturas que hacen referencia a luchas de gladiadores con fieras salvajes. También hay relieves que representan peleas entre gladiadores.

Muy interesantes son todas las esculturas que provienen de diferentes sectores del teatro. Están representados, entre otros, Augusto y Tiberio.

Una estatua de Augusto, de tamaño superior al natural, ocupaba un lugar preponderante en el teatro. Las estatuas de los dioses adornaban el frente escénico.

Culto religioso en el museo Romano de Mérida

Las dos salas siguientes están dedicadas al culto religioso.

La religión romana era una mezcla de influencias de diferentes orígenes, y así vemos referencias al panteón grecolatino, pero también a divinidades orientales, así como locales.

A todo eso hay que añadir el culto al emperador, que era considerado un Dios tras su muerte.

Además de estatuas, destacan las lápidas, los dinteles decorados, los altares y un precioso mosaico dedicado a Baco.

La sala sexta está dedicada a los ritos funerarios.

Tras la muerte era necesario realizar numerosos ritos para evitar que las almas de los difuntos errasen en el más allá.

Casa en el museo Romano de Mérida

La sala séptima se centra en la casa romana, donde destaca la reconstrucción de una vivienda ricamente decorada con frescos en las paredes y un mosaico en el suelo.

En el lado izquierdo aparece el brocal de un pozo y detrás un mosaico que reproduce el episodio del rapto de Europa.

Las dos salas siguientes están dedicadas a la vida en los foros, el municipal y el provincial.

El carácter monumental de la decoración de los foros se aprecia en una gran ménsula con forma de cabeza de toro.

Toca ahora subir al primer piso y recorrer nuevas salas, que están situadas encima de las de la planta baja, y albergan objetos de tamaño mucho menor.

Se trata de piezas de cerámica y vidrio además de una colección de monedas.

Se sube después al segundo piso, donde las salas se dedican a diferentes aspectos de la sociedad y sus manifestaciones artísticas.

Aquí encontramos piezas muy diferentes entre sí, como los utensilios de un médico, estatuillas, relieves que representan escenas cotidianas, etc.

Mosaicos en museo Romano de Mérida

Lo más espectacular son los enormes mosaicos que cubren algunas paredes de estas salas.

El mosaico llamado de Las Tiendas por el nombre de la zona donde se encontró, representa la caza del jabalí.

Otros mosaicos son el de los Siete Sabios y el de los Aurigas.

Cripta en el museo Romano de Mérida

Cuando se termina de ver todas las salas de la planta baja y las dos superiores, no hay que olvidar pasarse por la cripta.

El museo está construido muy cerca del teatro y otros edificios monumentales, por lo que era de esperar que en ese solar se produjeran hallazgos arqueológicos a la hora de empezar la edificación.

Estos restos se han integrado en el museo como una sala más.

Lo primero que se ve es un pequeño tramo de una calzada, la cual salía de las murallas, atravesaba la necrópolis oriental y se unía con el camino que se dirigía a Córdoba.

Se pasa entonces a la cripta, los sótanos del museo, y allí encontramos lo que había en este lugar hace 20 siglos, las casas de un barrio que se encontraba extramuros.

Horarios visita museo Romano de Mérida

Como ya se ha dicho, el museo Nacional de Arte Romano se encuentra a muy pocos metros del recinto del Teatro y el Anfiteatro, por lo que es muy fácil combinar la visita.

Los horarios de visita del museo Romano de Mérida son, de octubre a marzo, de martes a sábado, de 9,30 a 18 horas, y de abril a septiembre, de 9,30 a 20 horas.

Los domingos el museo abre durante todo el año de 10 a 15 horas, y cierra los lunes.

Los precios de las entradas son, la general, 3 euros, con una entrada reducida de 1,50 euros, y pueden visitar gratis el museo Romano de Mérida, entre otros colectivos, los menores de 18 años, estudiantes entre 18 y 25 años, seniors+65, pensionistas y personas con discapacidad.

Además de la exposición permanente, periódicamente se organizan exposiciones temporales.

Hay que notar que la colección de arte visigodo del museo no se encuentra en este edificio sino en el convento de Santa Clara.