A 15 kilómetros al sur de Puerto Viejo, en el Caribe Sur de Costa Rica, justo donde acaba la carretera, y tras haber recorrido unas maravillosas playas de palmeras, sobresale orgulloso el tranquilo pueblo de Manzanillo y una bella zona natural.
En este pueblo se intercalan las palmeras con coloridas casas que se asientan sobre pilares de madera, frente a hermosas playas donde sus gentes con sus ritmos pausados y alegres harán cambiar tus rasgos marcados por el estrés por una sonrisa caribeña de pura vida.
A la hora de planificar tu viaje, te aconsejamos que lleves un seguro de viajes adecuado que te pueda evitar complicaciones en caso de una incidencia, y reserves con antelación el alojamiento según tus preferencias, así como el coche de alquiler y también las excursiones y actividades que te van apetecer hacer
Manzanillo te hará vivir el mar, y para ello puedes dar paseos en kayak o en bote por sus costas, bucear entre sus arrecifes coralinos, o, simplemente, sumergirte en sus turquesas y cálidas aguas.
Un extra que difícilmente podrás olvidar es poder observar de cerca las tres especies de delfines que viven aquí: el pequeño Tucuxi, el Nariz de botella y el Pintado.
La población de Manzanillo tiene un predominante ambiente rasta, amable, y ahí puedes encontrar diversos restaurantes donde saciar el hambre y la sed, entre los que sobresale el Restaurante Maxis.
Ahí comerás muy bien, con vistas a las casitas de madera del pueblo y al mar Caribe. En su carta aparecen de forma destacada las langostas cocinadas al estilo caribeño y muchos otros atractivos manjares.
El propietario del restaurante es un gran seguidor del Barça y tiene una zona repleta de elementos conmemorativos de este club de fútbol.
Manzanillo se enmarca dentro del Refugio Nacional de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo, el cual posee una de las riquezas biológicas más extraordinarias del país.
Esta zona natural puedes recorrerlo adentrándote por sus senderos entre un tupido bosque primario, o bordeándole por una costa salpicada de hermosas y solitarias playas.
Los guías locales podrán ayudarte a descubrir una gran cantidad de especies de animales, como los monos cariblancos y congo, 16 y una enorme variedad de pájaros.
En el otro extremo del Refugio Gandoca-Manzanillo llegarás a Punta Mona. Otro tesoro que encierra Gandoca son sus bosques de cativo, un gigante entre los árboles.
Y, por supuesto, la tortuga marina Baula, la más grande del mundo, en peligro de extinción, que acude a estas playas entre marzo y junio a depositar sus huevos.
En resumen, un paraíso biológico, de naturaleza, cultural y humano.
Las playas del Caribe son un destino único e inolvidable!