Ruta por pueblos artesanos al sur de Oaxaca (México)

Oaxaca es uno de los principales destinos turísticos de México.

La riqueza del centro histórico de la ciudad y los restos arqueológicos de la cercana Monte Albán están inscritos en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco y siempre merecen una visita.

Pero en un viaje por México recomendamos dedicar dos días a visitar los alrededores de Oaxaca para descubrir la riqueza cultural y natural de los llamados Valles Centrales o Valle de Oaxaca.

Si disponemos de suficiente tiempo, podemos hacer dos excursiones de día completo por los alrededores de esta ciudad.

Ruta por el sur de Oaxaca

Una de ellas permite recorrer diferentes lugares atractivos situados al norte de Oaxaca, pero aquí vamos describir la ruta que lleva hacia el sur para visitar las aldeas de artesanos y artistas contemporáneos.

Este itinerario nos llevará por pequeños pueblos donde se fabrican diferentes tipos de artesanías muy diversas como cerámica, tejidos y figuras de madera, además de encontrar la obra de uno de los pintores mexicanos más importantes del siglo XX.

En el recorrido veremos varias plantaciones de agaves, la planta de la que se obtiene el tequila, el mezcal y el pulque, bebidas típicas mexicanas.

De hecho, es famoso el mezcal que se produce en esta región de Oaxacaunicipal.

Talleres alfareros en San Bartolo Coyotepec

La primera parada de nuestra ruta puede ser el pueblo de San Bartolo Coyotepec, que está situado a unos 10 kilómetros al sur de Oaxaca.

El principal atractivo de este pequeño pueblo es visitar los talleres de los artesanos alfareros.

Probablemente te habrán llamado la atención, en las tiendas de Oaxaca, unas piezas de cerámica negra y brillante con infinidad de formas; es realmente algo diferente a lo que se encuentra normalmente en las tiendas de artesanía.

Lo curioso es que toda esa cerámica negra se crea en los talleres de San Bartolo Coyotepec.

Hay varios talleres que trabajan el barro negro, pero probablemente el mejor lugar para observar este proceso es la Alfarería Doña Rosa que se encuentra en la calle Benito Juárez, a un par de manzanas de distancia del parque La Comunidad hacia el este.

En realidad fue doña Rosa Real Mateo la primera que pensó en pulir las piezas de cerámica con piezas de cuarzo para conseguir ese brillo tan característico.

El taller en el que ahora trabajan sus descendientes es el más grande de la población, y siempre están dispuestos a realizar una demostración a los visitantes.

Esta alfarería es una parada habitual de las excursiones turísticas.

El proceso de creación de las piezas es totalmente tradicional, a mano y sobre tornos muy rudimentarios.

El característico color negro se debe al óxido de hierro que de forma natural está presente en la arcilla y al humo que queda dentro del horno, donde la temperatura es ligeramente más baja de la habitual.

Sólo el pulido final es una invención de hace pocas décadas, aunque hay teorías que sugieren que la cerámica de los antiguos zapotecos y mixtecos fuera pulida.

En este caso se habría perdido el brillo con el paso de los siglos y doña Rosa en realidad reinventó una técnica centenaria olvidada hace tiempo.

Alebrijes, artesanía en San Martín Tilcajete

Siguiendo unos 15 kilómetros hacia el sur por la misma carretera, veremos el desvío a San Martín Tilcajete, nuestro siguiente destino.

En un caso similar al anterior, en San Martín Tilcajete hay varios talleres que producen exclusivamente un tipo de artesanía muy peculiar que se puede encontrar a la venta en Oaxaca, Ciudad de México y muchos centros turísticos de México.

Se trata de los alebrijes, unas figuras que representan animales imaginarios y que casi siempre se pintan de colores brillantes.

Los alebrijes surgieron en Ciudad de México en la primera mitad del siglo XX, y son creados con la técnica de la cartonería o papel maché.

Sin embargo, en San Martín Tilcajete los artesanos realizan sus trabajos en madera de copal.

Es fácil encontrar los talleres en las casas del pueblo, visitar a los artesanos y curiosear en sus exposiciones.

Al verlos trabajar se aprecia la dificultad y la cantidad de trabajo que lleva cada pieza, las cuales son pintadas a mano; evidentemente no hay dos piezas iguales.

Otros pueblos de los alrededores de Oaxaca, como La Unión Tejalapam y San Antonio Arrazola, también tienen talleres para la creación de alebrijes.

Artesanía textil en Santo Tomás Jalieza

A apenas cuatro kilómetros de San Martín Tilcajete se encuentra Santo Tomás Jalieza, la siguiente parada de nuestra ruta.

En este caso, la artesanía que se crea en los talleres es textil de alta calidad.

Lo curioso es que las mujeres tejedoras zapotecas de Santo Tomás Jalieza trabajan fundamentalmente con el llamado telar de cintura.

Este tipo de telar es de origen prehispánico, y se llama así porque uno de los extremos se ata a la cintura de la artesana con un ceñidor de cuero, mientras que el otro extremo se agarra a un poste o un árbol.

Es fácil encontrar los talleres donde las mujeres crean infinidad de productos diferente, desde ceñidores y cinturones a chales, manteles, etc…

Últimamente también hacen bolsas, mochilas, carteras, muñecas y mil objetos más.

El mejor lugar para buscarlos es en los alrededores del parque, donde se encuentra el edificio del Ayuntamiento.

Las artesanas están encantadas de recibir visitas de personas interesadas por su trabajo que quieran admirar el proceso de creación.

Como ocurre en los pueblos anteriores, después de ver la ingente tarea que hay detrás de un objeto artesanal es más fácil valorarlo y considerar que el precio que piden por ello es realmente bajo.

En estos lugares normalmente es mejor no regatear y aceptar el precio que demandan los propios creadores.

La ventaja es que no hay intermediarios y todo el dinero va directamente a la comunidad.

Ocotlán de Morelos

El último punto de nuestra ruta es Ocotlán de Morelos, pueblo que se encuentra a menos de 40 kilómetros al sur de la ciudad de Oaxaca.

Es una población bastante más grande que las anteriores, y por ello su mercado de los viernes en la plaza principal es uno de los más concurridos de la comarca.

Se sabe que ya en tiempos prehispánicos había un importante mercado en este lugar.

Como en todos los pueblos de la ruta, aquí hay artesanía muy interesante pero además se pueden realizar dos visitas que valen mucho la pena.

Los artesanos más conocidos son los de las familias de las cuatro hermanas Aguilar, que crean figuras de cerámica muy atractivas; sus talleres se encuentran en la parte oeste de la autovía según se llega desde Oaxaca.

Ocotlán fue el lugar de nacimiento de Rodolfo Morales, un pintor surrealista que tuvo mucho éxito y decidió realizar muchos trabajos e inversiones en beneficio de la comunidad.

Por ejemplo, allí recuerdan que hizo plantar miles de jacarandas en el pueblo y que compró la primera ambulancia.

También promovió la restauración del templo de Santo Domingo, la iglesia del siglo XVI que se encuentra en el centro de la población, muy cerca de la plaza.

El ex-Convento de Santo Domingo, justo al lado, fue convertido por Rodolfo Morales en un excelente museo de Arte Religioso, Popular y Moderno y donde se incluyen varias obras del propio Morales.

Se trata de una de las visitas más curiosas de esta ruta.

Un costado de la plaza está ocupado por el mercado, que siempre vale la pena visitar aunque no sea viernes.

En otro lado destaca el Palacio Municipal, donde aconsejamos entrar para observar el gran mural, también obra de Morales, que representa diferentes escenas de la vida campesina en los Valles de Oaxaca, y está declarado Patrimonio Cultural del Estado de Oaxaca.