Uno de los rincones más sorprendentes y estremecedores que puedes ver en la céntrica avenida Unter der Linden de Berlín es el que encuentras en el edificio de la Nueva Guardia (Die Neue Wache).
Entre la Isla de los Museos y la plaza Bebelplatz, enfrente de la Opera de Berlín, verás este pequeño edificio con una característica fachada de estilo neoclásico, el cual fue terminado de construir en 1918.
Originariamente la Nueva Guardia fue un cuartel de la guardia prusiana, lo que se entiende por su cercanía al antiguo Palacio Real de Berlín, del que ahora solo verás… una gran explanada verde.
Pero en tu paseo por la avenida Unter der Linden, durante tu visita de Berlín, cuando accedas bajo el pórtico de columnas dóricas al interior del edificio de la Nueva Guardia, te sorprenderás al encontrarte ante una estancia completamente vacía, y en el centro de la misma, una escultura.
Se trata de la obra Madre con hijo muerto, de la artista alemana Kathe Kollwitz. Sin embargo, esta estremecedora escultura es más conocida como La Piedad de Kollwitz.
Esta pintora y escultora alemana, que desarrolló su obra durante la primera mitad del siglo XX (falleció en 1945, nada más terminar la Segunda Guerra Mundial), tuvo una vida muy dramática, por las tempranas muertes de sus hermanos y, posteriormente, de un hijo y un nieto en las dos guerras mundiales.
Este dramatismo se reflejó en toda su obra, y su mejor expresión es la citada escultura Madre con hijo muerto. En élla, se muestra la imagen de una madre en cuyos brazos yace su hijo soldado recién muerto.
Durante la época de la RDA, la Piedad de Kollwitz en el edificio de la Nueva Guardia fue presentada como un homenaje a las víctimas del fascismo, pero en la actualidad se considera un momumento a las victimas de las guerras y las dictaduras.
En tu visita a la Nueva Guardia, fíjate que la escultura se encuentra bajo un círculo abierto, de forma que cuando llueve o nieva en Berlín, la Piedad de Kollwitz se moja o cubre por la nieve, lo que acentúa el dramatismo y la expresión de dolor.
En suma, un rincón entiendo que poco conocido de la capital alemana, pero que no te debes de perder.
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Un sitio sobrecogedor por lo que representa y por la propia escultura. El sitio también ayuda mucho.
Cuando nosotros fuimos había llovido y, como dices en la entrada, la estatua estaba mojada:
Foto
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