Memorial del Cinturón de Hierro (Berango) y capitán Goicoechea

Posiblemente sabrás que durante este año 2014 en varios países europeos se conmemora el 50 aniversario del inicio de la Primera Guerra Mundial.

Lo cierto es que las grandes guerras forman parte de nuestro patrimonio histórico y cultural, y eso explica que muchos sitios que han sido escenarios de batallas, o grandes cementerios, se hayan convertido en lugares de interés turístico.

Muy cerca de Bilbao, en la población de Berango de la comarca de Uribe puedes conocer la historia de uno de los momentos clave de la Guerra Civil española.

En concreto, la historia de la fortificación que durante la contienda se instaló alrededor de la ciudad de Bilbao, la cual se denominó Cinturón de Hierro.

La pasión de las personas agrupadas en la Asociación Sancho de Beurko es el motor que ha llevado a la recuperación de la este momento de la Guerra Civil, lo que ha llevado a la creación en la citada población de la comarca de Uribe del Memorial del Cinturón de Hierro.

Historia Cinturón de Hierro

Aitor, uno de los impulsores de dicha asociación y concejal de Berango, nos relata la historia del Cinturón de Hierro durante la visita del centro de interpretación.

Si no eres conocedor de la misma, como era mi caso, te diré que para conocer el origen del Cinturón de Hierro de Bilbao hay que trasladarse el momento incial de la contienda, cuando las tropas franquistas no consiguieron ocupar Madrid.

Eso llevó a Franco a tratar de ocupar la zona republicana que había quedado aislada al norte de España, en concreto en parte de Vizcaya y Guipúzcoa, Cantabria y Asturias.

En octubre de 1936, José Antonio Aguirre, entonces presidente de la autonomía vasca y representante en Euskadi del estado republicano, decidió construir una gran línea defensiva con una red de trincheras y nidos de ametralladoras alrededor de la ciudad de Bilbao, la cual se conoció como el Cinturón de Hierro.

Tras su construcción, finalmente el 12 de junio de 1937, las tropas franquistas hicieron un ataque concentrando sus fuerzas en un punto concreto de la línea defensiva, y tras dos días de lucha, el Cinturón de Hierro fue superado, lo que supuso la antesala de la rendición de la ciudad de Bilbao.

Memorial Cinturón de Hierro

Ahora, en las visitas guiadas que organiza el ayuntamiento de Berango, las cuales se inician en la sede del Memorial del Cinturón de Hierro, a través de varias vitrinas temáticas y paneles informativos, Aitor te va a contar en detalle esta historia.

Además, podrás ver muchos objetos relacionados con la misma, como uniformes, armas, armas, periódicos de la época, etc…

Tras finalizar esta visita visionando un corto documental realizado por los integrantes de dicha asociación, una recreación histórica del ambiente vivido en las trincheras, llega el momento, sin duda, más interesante de la misma: subir a un monte cercano para recorrer las antiguas trinchera y ver los restos de los nidos de ametralladoras.

Aitor te avisa de que hay que imaginarse un paisaje bien diferente, pues ahora en el monte te has de adentrar en un frondoso bosque de eucaliptus, cuando en la época del Cinturón del Hierro el paisaje mostraba las colinas despejadas de vegetación, lo que en teoría favorecería la defensa del mismo.

Además de recorrer los restos de las trincheras, podrás ver y entrar en el antiguo nido de ametralladora de Mendibi-Areneburu, el único que en la zona se ha preservado casi perfecto, y uno de los mejores conservados del histórico Cinturón de Hierro.

Te diré que dicho nido fue salvado in extremis de ser derruido en las labores de desmonte para la construcción de la autovía que discurre por el valle cercano, lo cual no sucedió con otros nidos de la misma zona. Al final en este caso se impusieron los argumentos de proteger el patrimonio histórico.

También conocerás la curiosa historia del capitán Goicoechea, que luchando con el ejército republicano se pasó al bando franquista, al que facilitó la información necesaria para atacar la línea defensiva de Bilbao.

Dicho capitán, en la postguerra pasó a trabajar en una empresa que, ante la carencia de hierro en España, se dedicaba a la recuperación de las varillas de hierro utilizadas en la construcción de los nidos de ametralladoras.

Y lo más curioso, dicho capitán era el famoso ingeniero Alejandro Goicoechea, inventor del tren pendular Talgo.

Estas visitas guiadas, incluido el senderismo por el monte para ver las trincheras y los restos de los nidos de ametralladoras, duran unas cuatro horas y son gratuitas.

Eso si, debes llamar con antelación por teléfono (94 668 21 43) para asegurarte que se forma el grupo mínimo para llevarla a cabo.