Qué ver y hacer en Khanom, playas tropicales y delfines en Tailandia

En un viaje de turismo por el sur de Tailandia recomendamos hacer una parada en Nakhon Si Thammarat, una ciudad no muy conocida por los viajeros internacionales, que es considerada la capital cultural de esta parte del país.

Su templo de Phra Mahathat es el más importante al sur de Bangkok y es un destacado centro de peregrinación.

En la ciudad, además, se puede disfrutar del ambiente heterogéneo creado por la población budista que convive con una minoría musulmana, reflejo de la proximidad con Malasia.

En el sur de Tailandia abundan los destinos playeros de primer orden, y entre los más conocidos cabe destacar a las islas Phi Phi, el enclave de Railay y, sobre todo, Koh Samui.

Pero hay otros lugares interesantes que se encuentran más cerca de Nakhon Si Thammarat y que nos permiten conocer la costa y la naturaleza de la región.

Qué ver y hacer en Khanom en Tailandia

Para unos días de descanso en la playa y excursiones por los alrededores podemos recomendar el distrito de Khanom, que es el más septentrional de los que forman la provincia de Nakhon Si Thammarat.

Dado que la inmensa mayoría de los visitantes que recorren esta zona eligen la isla de Koh Samui como destino playero, el resto de la región ha quedado un poco olvidado hasta los últimos años.

De hecho, Khanom es la parte del continente que queda más cerca de la isla de Koh Samui.

Playas tropicales en Khanom

Aunque es poco conocido, buena parte del litoral de Khanom está jalonado por hermosas playas tropicales, muchas de ellas estarán dentro del futuro parque nacional de Hat Khanom–Mu Ko Thale Tai.

En el interior, a pocos kilómetros de la costa, hay también otros espacios protegidos.

Los parques nacionales de Namkot Si Khit y Khao Luang ofrecen un paisaje montañoso cubierto de bosque; en este terreno calcáreo hay precipicios por los que caen cascadas y grutas llenas de formaciones curiosas.

La gran atracción natural de la zona está en el mar pues algunas de las playas más largas y solitarias de Tailandia, como Nadan Beach, se encuentran cerca de la población de Khanom, que está a unos 100 kilómetros al norte de Nakhon Si Thammarat.

En estas playas los pescadores siguen tendiendo sus redes como lo hacían hace décadas en otras playas cubiertas ahora por hoteles, una imagen de Tailandia que está totalmente perdida en los principales centros turísticos playeros.

Excursión para ver delfines rosas en Nakhon

La excursión fundamental en Nakhon es ir en busca de los delfines rosas.

Estos delfines están distribuidos por diferentes zonas de los océanos Pacífico e Índico, siempre en poblaciones pequeñas y aisladas, pero en esta zona forman grupos en franco crecimiento por la protección de los pescadores locales.

Para vivir plenamente esta experiencia hace falta ir con un guía experto que sepa encontrarlos y explicar su comportamiento.

Nosotros viajamos con Khun (Señor) Dang, que está reconocido por todos como el mejor guía de la zona.

El señor Dang no sólo es un experto biólogo que conoce como nadie la zona, sino que es el responsable de muchas políticas de protección de la zona.

Lo ha conseguido tras convencer a la población local, sobre todo a los pescadores, de que había que delimitar espacios donde no se pescara para proteger a los delfines.

Su empresa, Khanom Tour Thailand, además de excursiones en barco en busca de los delfines, ofrece diferentes rutas por todos los lugares interesantes de la zona como las cascadas, bosques y cuevas de los parques nacionales.

El recorrido en barco ya es suficientemente agradable por la belleza de la costa y de los islotes cercanos, donde la vegetación tropical llega hasta el mismo borde del mar, salvo en las zonas donde aparecen playas de arena blanquísima.

Es muy emocionante descubrir, siempre tras las indicaciones de Khun Dang, algún delfín rosa.

Con sólo echar un vistazo, él sabe si se trata de una madre con su cría, a la que enseña a conseguir alimento, o de un grupo que está descansando.

Al ir a observar delfines rosas se navega entre islotes cubiertos de selva tropical rodeados de farallones verticales de roca calcárea o playas intactas.

Isla de Koh Nui Nork

Cada isla es un mundo, como Koh Nui Nork, apenas una roca que flota en estas aguas de intenso color turquesa y es un curioso destino de peregrinos.

La llegada es espectacular ya que el islote está rodeado de numerosas banderolas amarillas que ondean al viento sobre estacas que surgen del mar ya que clavadas en el fondo marino.

El lugar es famoso por una sagrada surgencia de agua dulce en la orilla que es cubierta por el mar durante la marea alta y al que siempre se le ha atribuido un origen milagroso.

La historia cuenta que aquí se refugió el monje Luang Phor Thuad cuando fue arrojado desde un barco porque los marinos pensaron que era el causante de la tormenta que los acosaba.

Sin embargo, este hombre santo pudo caminar sobre las aguas y llegar al islote, donde hizo brotar el manantial de agua dulce.

Se puede desembarcar en ese islote y recorrer un camino con escalones entre la vegetación hasta el punto más elevado, donde siempre hay un monje al cuidado del santuario, y probablemente fieles locales que vienen a conseguir méritos mediante ritos propiciatorios.

Pero sobre todo se impone la sensación de estar descubriendo un rincón olvidado de Tailandia, donde permanece viva una importante cultura tradicional y la naturaleza deslumbra con su belleza intacta.

En la excursión también hay tiempo para detenerse en la playa solitaria de algún islote y disfrutar de un rato nadando o haciendo snorkel en un lugar donde uno se cree que es el primer visitante.

En ese momento una nevera bien aprovisionada con hielo y bebidas es algo tan importante o más que unas gafas y unas aletas.

Una vez en tierra firme hay muchos lugares para conocer.

Uno de los más interesantes es la cueva Khao Wang Thong. La carretera llega hasta un punto desde el que hay que continuar a pie durante unos minutos, y el sendero es tan empinado que hay muchos escalones en diferentes tramos.

Desde la entrada, que está bastante alta, hay una buena vista de los alrededores con el mar dominando el horizonte. En el bosque circundante suelen verse monos a primera y última hora del día.

Justo a la entrada de la cueva hay un altar muy venerado desde hace siglos por los habitantes de la zona. Luego, hacia el interior, se pasa entre numerosas estalactitas y estalagmitas con formas curiosas.

En las montañas también abundan las cascadas perdidas entre la vegetación.

Por la zona también es posible visitar templos, plantaciones y aldeas.

Dónde comer y dormir en Khanom

A hora de visitar Khanom, la población principal, si se puede conviene ir el sábado ya que es el día del mercado.

En Khanom recomendamos comer al menos una vez en Khun Lee’s Restaurant, un establecimiento familiar con mucha historia que es frecuentado por locales y turistas, y un ideal para probar especialidades locales a base de pescado y marisco.

En nuestra estancia en el distrito de Khanom nos alojamos en el Aava Resort & Spa, que está situado justo en la playa de Nadan, uno de las más largas e intactas de Tailandia.

Está formado por una serie de villas y bungalows que rodean la piscina, que está justo al lado de la arena de la playa.

Aunque tiene un toque nórdico en la decoración, el ambiente tropical lo invade todo. Ofrece tratamientos de spa, práctica de yoga y muay thai además de una cocina saludable.

La sensación general que se impone al recorrer esta zona es la de estar descubriendo un rincón olvidado de Tailandia, donde permanece viva una importante cultura tradicional y la naturaleza deslumbra con su belleza intacta.