Consejos para visitar templos budistas en Tailandia

En un viaje a Tailandia sorprende encontrar una gran abundancia de templos en los que se lleva a cabo una intensa vida ritual.

Con una inmensa mayoría de la población tailandesa budista, esta religión define muchos aspectos de la sociedad.

Al viajar por el país encontraremos continuamente mil detalles que nos lo recordará, desde centenares de templos, a la pequeñas “casas de los espíritus” que veremos en las calles y que protegen a los edificios.

En el día a día, muchos tailandeses tratan de conseguir méritos y para ello hacen ofrendas, llevan amuletos y proporcionan alimento a los monjes o incluso a los perros callejeros.

Conocer algunos templos en Bangkok o en otros lugares será una de las experiencias más interesantes que podamos hacer al viajar por este país.

Al visitarlos podremos disfrutar de una arquitectura y una ornamentación que resulta muy diferente a la que conocemos de las iglesias cristianas en Europa.

Pero, sobre todo, nos permitirá asomarnos a la religiosidad budista que, sin duda, es uno de los aspectos fundamentales de la sociedad tailandesa.

¿Se pueden visitar templos budistas en Tailandia?

La entrada a los templos es generalmente libre en todo el país, aunque algunos, los más monumentales y turísticos, pueden cobrar una entrada.

Los templos tailandeses son lugares especiales en los que, aunque los visitantes extranjeros son siempre bienvenidos, hay que mantener una conducta apropiada.

Normas para visitar templos budistas en Tailandia

Por supuesto hay que vestir con modestia y, de hecho, en los templos reales las normas relativas a la vestimenta son un poco más estrictas que en los templos comunes.

Culturalmente Tailandia es uno de los países menos occidentalizados del Sudeste Asiático, y hay unas pautas de comportamiento que hay que seguir, al menos en los templos, y unos valores culturales que hay que respetar, aunque sean muy diferentes de los nuestros.

En general, los tailandeses perdonan los comportamientos equivocados en las normas de cortesía si consideran que se deben simplemente a la ignorancia de los visitantes.

En ese sentido, Tailandia es un país extremadamente agradable de visitar ya que sus habitantes son muy comprensivos con los extranjeros.

Una de las pocas excepciones es el comportamiento deliberadamente vejatorio a todo aquello que consideran sagrado; por ello hay que ser muy respetuoso en los templos y en el trato con los monjes.

Unas nociones sobre los templos tailandeses y sus características nos ayudará a disfrutar y aprender más de las visitas que hagamos a estos lugares.

Cómo es un templo budista en Tailandia

El templo budista tailandés, el wat, puede ser una sencilla estructura o un complejo de numerosas y variadas dependencias muy ornamentadas.

En las aldeas, el wat puede consistir únicamente en un bot, una habitación donde se guarda la figura de Buda y se celebran los rituales, y una casita para uno o dos monjes.

En pueblos más grandes, los templos incluyen un recinto donde la población se reúne para actividades sociales y se celebran ceremonias, funerales, o incluso las votaciones en las elecciones.

Si hay terreno, tiene que haber un árbol bo y una zona dedicada a crematorio.

El bo es una higuera de indias que recuerda al árbol bajo el que el Buda alcanzó la iluminación.

En templos más grandes puede haber uno o varios chedis, que es como se conoce en Tailandia a los estupas, estructuras macizas construidas sobre los restos de personas consideradas santas o donantes que quieren, de este modo, hacer méritos.

En los templos más importantes podemos encontrar pinturas murales de excelente calidad artística que reflejan un mundo basado en los textos sagrados budistas e hinduistas.

Por supuesto, en Bangkok y otras grandes ciudades tailandesas hay templos que son casi como pequeñas ciudades que acogen a centenares de monjes, monjas y seglares.

Los templos siempre están rodeados por un muro que los aísla del mundo exterior.

De este modo suelen ser lugares tranquilos, pequeños oasis que en lugares como en la capital Bangkok resultan muy acogedores para descansar un rato del ruido y el bullicio callejero.

Al componerse de diferentes estancias, algunas son más importantes que otras. La más sagrada siempre es el bot, y para acceder a ella hay que quitarse el calzado y cualquier sombrero o gorra que llevemos.

Cómo comportarse en un templo budista de Tailandia

Al visitar cualquier templo budista encontramos siempre muchos fieles meditando o haciendo ofrendas.

Al ser prácticas que realiza cada uno por su cuenta de manera individual, no hay un horario para hacerlas y cada uno acude al templo cuando puede.

Hay que recordar que en Tailandia las actividades sociales no se distinguen claramente de las religiosas.

Puede resultar chocante encontrar a veces que algunas personas estén charlando, bebiendo té o fumando al lado de otras que atienden fervorosamente a un sermón. O que un fiel detenga sus ofrendas para hacer una foto con el móvil si lo considera oportuno.

Aunque los visitantes extranjeros acudimos a los templos únicamente para observar la vida ceremonial tailandesa, se considera aceptable participar en ella y hacer méritos.

La manera más sencilla es hacer lo mismo que ellos y comprar una ofrenda para Buda.

La más habitual se compone de tres barritas de incienso, unas flores, una vela o una pieza de pan de oro. Después de la ofrenda se puede hacer una pequeña donación de dinero en los cepillos correspondientes.

La ofrenda, aunque se hace en público, es en realidad una actividad privada entre el individuo y Buda.

En los templos no suele haber sillas o bancos, por lo que todo el mundos se sienta en el suelo.

Los asientos elevados estaban reservados, en esta sociedad tan tradicional, a la realeza.

Si en un templo encontramos una tarima u otra plataforma elevada, hay que saber que siempre está reservada para los monjes y nunca para los visitantes.

Cómo sentarse en el suelo en un templo budista

La postura más común para nosotros para sentarnos en suelo, con las piernas cruzadas, está reservada en el bot a los monjes.

Los seglares deben sentarse con las piernas dobladas bajo el cuerpo y mirando hacia la imagen de Buda. Para los que no estamos acostumbrados, es una postura bastante incómoda en la que no duramos mucho tiempo.

Esta posición debe adoptarse también al sentarse frente a un monje. Sentarse con las piernas cruzadas frente a un monje equivaldría a decir que eres su igual, lo que no es el caso en esta sociedad.

Cómo comportarse con los monjes budistas

El respeto a los monjes se debe a razones religiosas, pero también sociales.

En las aldeas los monjes cumplen muchas funciones importantes, desde la enseñanza a los niños o el desarrollo de actividades comunales, como la construcción de puentes y pozos.

Los monjes se comprometen a cumplir los 227 votos de la vida monástica, y una mayoría son referentes morales para la sociedad.

Entre los votos más comunes se encuentran el de pobreza y el de celibato. Un detalle que nos sorprende es que nunca comen después del mediodía.

Aunque también cumplen el voto de humildad, los monjes no olvidan el estatus entre ellos y con los seglares; si bien todos visten de manera muy parecida, muestran su rango según el modelo de abanico que usan.

Otro detalle que suele sorprender a los visitantes es saber que en Tailandia todos los hombres deben convertirse en monjes durante un periodo de tiempo antes de cumplir los 20 años.

Algunos cumplen este requisito durante unos pocos días y otros varios meses. De esta manera acumulan méritos.

En los templos o en las calles podremos encontrar continuamente monjes. A veces pueden dirigirse a nosotros en inglés, normalmente porque tienen ganas de practicar el idioma.

Es la ocasión de entablar una charla de unos pocos minutos. En ningún caso, especialmente las mujeres, deben tocar o dar la mano a un monje.

Evitar cualquier contacto con las mujeres es algo fundamental para los monjes, por lo que al viajar en un autobús ellos se sientan siempre en los asientos traseros.

Allí siempre encuentran sitio, aunque sea levantando a otro pasajero. Por esta razón las mujeres deben buscar sitio en la parte delantera.