¿Qué está mirando ese señor? Esta pregunta te puede surgir durante tu paseo por la calle Mayor de Madrid, casi esquina con la calle Bailén.
Pero cuando te acercas descubres que no es un señor, sino una figura escultórica a tamaño natural que se asoma a un espacio acristalado donde puedes ver unos restos arqueológicos.
Se trata del ábside de la que, hasta que fue derribada en 1868, era la iglesia más antigua de Madrid.
Me refiero a la iglesia de Santa María de la Almudena, que fue el antecedente de la actual Catedral de la Almudena.
Esta iglesia se encontraba en el espacio que, cuando llegó Alfonso VI a la hasta entonces ciudad musulmana de Mayrit, en el año 1082, estaba ocupado por la Mezquita Mayor de la ciudad.
Según las referencias que se tienen, Santa María de la Almudena era una pequeña iglesia de tres naves con arquitectura mudéjar.
En el museo Municipal de Madrid, el cual aún no he visitado, parece que hay una maqueta realizada en 1945 que muestra como era el templo antes de ser derribado.
A lo largo de su historia, desde que fuera una mezquita musulmana, se realizaron diversas reformas y ampliaciones, destacando la realizada por Ventura Rodríguez en 1777.
También desde entonces hubo distintos intentos de convertirla en una catedral, que de siempre se echaba de menos en una gran ciudad, capital del Reino, que era Madrid.
Finalmente, en octubre 1868, como consecuencia de las obras que se iban a iniciar para ampliar la calle Mayor, se llevó a cabo el derribo de la iglesia donde por entonces se conservaba la imagen de la Virgen de la Almudena.
Quince años después, por fin, frente al lugar que ocupó la iglesia de Santa María de la Almudena, se inició la construcción de la catedral de Madrid, la actual Catedral de la Almudena.
En recuerdo de esta iglesia que fue tan importante en la historia de Madrid, ahora solo tienes la figura escultórica que está mirando los restos arqueológicos de su ábside, además de un monolito con una maqueta de metal de la misma.
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