Con motivo del centenario de la muerte del pintor valenciano Joaquín Sorolla, Madrid te ofrece varias exposiciones para homenajear al artista.
Un recorrido que si lo ves en su conjunto te permitirá descubrir al Sorolla que era antes de convertirse en uno de nuestros grandes artistas.
Desde sus primeros bocetos, el hiperrealismo, el retrato y todos los detalles de sus extensas creaciones, hasta las nuevas tecnologías, con las nuevas experiencias inmersivas que nos permitirán conocer mejor su obra.
Tres exposiciones marcan este aniversario: “Sorolla Orígenes” en el Museo Sorolla hasta el 19 de marzo de 2023; “Retratos de Joaquín Sorolla” en el Museo del Prado hasta el 18 de junio. y “Sorolla a través de la luz» hasta el 30 de junio.
Toda la información al detalle
Exposición «Sorolla a través de la luz» en Palacio Real de Madrid
En concreto, en el Palacio Real de Madrid podemos disfrutar de la exposición «Sorolla a través de la luz», una de las experiencias inmersivas que ahora están tan de moda, que acercan la figura del artista valenciano al gran público.
Los Salones de Génova del Palacio Real ofrecen una serie de pinturas originales de Sorolla raramente expuestas o pertenecientes a colecciones privadas.
Pero junto a ellas, se presentan recreaciones digitales que nos permiten ver los detalles ampliados de sus cuadros, potenciando experiencias sensoriales a través de la luz, el color y el movimiento.
Un viaje en el tiempo para conocer el tiempo de Sorolla en realidad virtual de máxima calidad.
Exposición «Sorolla Orígenes» en Museo Sorolla, hasta 19 de marzo
El Museo Sorolla nos ofrece en esta ocasión una exposición sobre los primeros años de Sorolla como artista entre 1878 y 1884.
Esta es su etapa menos conocida y estudiada, pero te sorprenderá por la intimidad de la muestra y por los numerosos recuerdos personales y detalles biográficos que vas a encontrar.
Trata de recorrer los inicios que llevaron a Sorolla a desarrollar sus planteamientos artísticos posteriores en su carrera artística.
“Sorolla. Orígenes» es una ventana al pasado, probablemente una de las mejores exposiciones temporales que esta pinacoteca nos ha ofrecido por lo documentada que está.
En total incluye 93 obras, 67 pinturas, 26 fotografías, 6 dibujos y numerosos recuerdos de su niñez y época de estudiante.
La muestra se compone de cuatro secciones: “Entre Valencia y Madrid”, ”la Exposición regional de 1883”, “Sala de los grandes premios” y “El arte de retratar”.
La primera estancia muestra su formación en la “Escuela de Artesanos” donde el artista se estudió dibujo y en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos en su Valencia natal donde se formó, a la vez que trabajaba en el taller de térmica de su tío José.
En 1881 viaja por primera vez a Madrid y estudia las obras de Velázquez y Ribera en el Museo del Prado.
En lenguaje actual se podría considerar que Velázquez y a Ribera fueron los “influencers” del joven Sorolla.
Esta sala está enmarcada con unos paneles fotográficos con su foto de niño, y ya más adulto pintando en el Prado, donde se pasaba las mañanas con su caballete para aprender de los grandes.
Junto a ellos podrás ver bocetos copiados de diferentes partes de Las Meninas, un fragmento del retrato de la reina María de Austria, un caballo o un perro también de Velázquez, además de varias marinas del puerto de Valencia.
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En otra pared encontrarás una gran variedad de pinturas de flores en las que recreó sus trazados.
Pero son sus fotografías, libros, diplomas, matriculas y títulos de la Escuela de Artesanos, algunos de los tesoros que te ofrece esta exposición que nos permite acercarnos más a su intimidad.
La “Sala de los Grandes Premios” es el corazón de esta muestra, y refleja su participación en la Exposición regional de Valencia en 1883, y en Madrid en la Exposición Nacional de 1884, con la realización de cuadros en gran formato.
En esta época Sorolla cosecha grandes triunfos que marcarán su porvenir artístico posterior.
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Son dos años fundamentales en su desarrollo como pintor, que quedarán marcados por dos grandes cuadros hiperrealistas, “El Dos de mayo”, que es un completo boceto del original que se encuentra en el museo del Prado, y permite ver el interés del pintor por estos enfrentamientos con la Francia de Napoleón.
El otro cuadro es “El grito del Palleter”, que nos permite ver a un labrador que tuvo un importante papel declarando la guerra a Napoleón en 1884.
Este óleo le valió una beca de la Diputación de Valencia para ir a estudiar a Roma donde conoció a los clásicos y amplió sus estudios.
La última sala gira entorno al “Arte de retratar” con la etapa de estudiante en Valencia a finales del siglo XIX, y muestra su técnica de máximo realismo para presentar el mayor parecido físico posible con sus modelos.
Aquí sobresalen el cuadro de “Mis amigos” considerado como un conjunto de estudios sobre ocho cabezas masculinas (1884).
En conclusión, esta exposición nos permite comprender los inicios de Sorolla y adentrarnos en el que fue uno de los artistas más relevantes de finales del siglo XIX y primeros del siglo XX.
Exposición «Retratos de Sorolla» en museo del Prado, hasta 18 de junio
El retrato es precisamente el tema sobre el que gira la segunda exposición del Centenario de Sorolla que ya puedes visitar en el Museo del Prado.
La Sala 60 del Edificio Villanueva del Museo del Prado se viste de gala para presentarnos esta selecta muestra de algunos de los mejores retratos de Sorolla de 1863 a 1923.
De las 23 pinturas que esta pinacoteca atesora, 18 son estos retratos colocados estratégicamente para hacernos entender esta parte de su trayectoria.
En los primeros años del siglo XX, Sorolla se convirtió en uno de los retratistas más importantes de la época a nivel mundial.
Un tiempo de juventud en el que trabajó con el fotógrafo Antonio García, que le dio pie para inmortalizar con su pincel a destacadas figuras de la cultura y sociedad.
Entre ellos destacan el retrato del historiador y jurista alicantino Rafael Altamira que fue vendido por la familia al museo en 1999 y ahora se expone por primera vez.
Asimismo, los retratos de Jacinto Felipe Picón y Pardiñas, o el hijo de su amigo Aureliano de Beruete.
También médicos como Francisco Rodríguez de Sandoval y Joaquín Decref, o pintores, como Martín Rico, Aureliano de Beruete, Juan Espina y Antonio Gomar.
Nada más entrar en la sala del Prado destinada a estas exposiciones, nos impacta un retrato de gran tamaño de María de Figueroa vestida de menina de 1901, un óleo sobre el lienzo de la niña hija de Rodrigo de Figueroa, marqués de Gauna.
Aparece ataviada como la infanta doña Margarita de Austria, un cuadro con el que el pintor rinde homenaje a otro genio de la pintura, Velázquez.
Junto a él destacan los retratos de la mujer y la hermana de su amigo y también pintor Aureliano Beruete, al que estaba muy unido.
Entre los retratos también el del doctor Francisco Rodríguez de Sandoval que formó parte del círculo de amistades de Sorolla y se convirtió en el médico de la familia a partir de 1919.
Esta obra pertenece a uno de los mejores momentos del pintor como retratista y demuestra el conocimiento de Velázquez en la soltura de la pincelada el manejo del espacio y las variaciones en torno al color gris.
El sobrino de Sorolla, Jaime García Banús, aparece retratado con la espontaneidad de las obras infantiles del pintor, para las que recurría en muchas ocasiones a miembros de su familia.
Las pinceladas blancas dan una gran luminosidad al cuadro, en el que los brillos de la pelota azul que tiene en sus manos están perfectamente logrados.
Si cambias de sala, a la 60A encontramos más tesoros de Sorolla, el retrato de Aureliano de Beruete Morette, hijo del paisajista Aureliano de Beruete y de María Teresa Moreno.
Fue el primer historiador del arte que dirigió el Museo del Prado entre 1918 y 1922.
A su lado se alzan dos de sus obras más destacadas: el lienzo Francisco Giner de los Ríos, de 1915, y el de Manuel Bartolomé Cossío, de 1908; este último es el que aparece en la publicidad escogida para esta exposición y que pudimos ver en la muestra «Sorolla en negro« en el Museo Sorolla.
Se trata de una obra óleo sobre lienzo en la que evoca al Greco incluyendo una pequeña imagen cuadrada, a modo de pequeña ventana, del famoso cuadro del “Caballero de la mano en el pecho”.
Otro de los retratos capitales es el de la famosa actriz doña María Guerrero, que es retratada como la protagonista de La dama boba de Lope de Vega.
No olvides completar la visita sobre Sorolla en la sala 62, aquí encontraras más joyas del pintor, entre los que destaca el retrato de su amigo Aureliano Beruete.
2009, Madrid llegamos por vez primera, alojados frente al edificio de telefónica. iniciamos las caminatas y paseos -visitas. Llegamos al Museo del Prado y no quiero equivocarme, había una gran muestra de J. Sorolla. La visita es un lindo recuerdo y el de Sorolla sus grandes cuadros quedaron en nuestra memoria.
Mi pintor preferido
Tengo la suerte de haber visto los origiales que están en su casa de Madrid, los del Intituto Hispáico de Nueva York, otros de coleccioistas privados, incluso dos origiales en casa de los Bergara en Viña del Mar, Chile.