5 imprescindibles: qué ver y hacer en Chester (Inglaterra) en 1 día

Seguro que ya sabes que Liverpool y Manchester son ciudades dónde llegan vuelos baratos desde España.

Esto convierte a estas ciudades en puertas de entrada de una forma rápida y cómoda a las Midlands, que es como se conocen las regiones del centro de Inglaterra.

Si decides volar a Liverpool, o estás haciendo un recorrido en coche por el oeste de Gran Bretaña, una visita obligada muy cerca de la ciudad de los Beatles es Chester.

Ya te adelanto que no te defraudará para nada.

Curiosidades de la historia de Chester, antigua ciudad romana

Chester es una pequeña ciudad de unos 120.000 habitantes situada a sólo 44 kilómetros al sur de Liverpool, cuya historia se remonta a la época de los romanos.

En el año 79 A.C. en ese enclave establecieron un campamento para defender las fértiles tierras del río Dee, y en el mismo permanecieron durante 200 años.

Sin embargo, su mayor auge fue durante la época medieval, entre los siglos XII y XIV, cuando Chester tenía un puerto con una gran actividad comercial y, curiosamente, Liverpool no era más que una población subsidiaria de Chester.

Con el tiempo la acumulación de sedimentos hizo que el mar fuera retrocediendo, lo que provocó el fin de su actividad portuaria.

Qué ver y hacer en Chester en 1 día

En la actualidad Chester es conocida como la única ciudad de Inglaterra que todavía conserva su recinto amurallado, algunos tramos de los cuales se remontan a la época de los romanos.

Muralla romana de Chester

Por ello, en tu visita de Chester tendrás la oportunidad de pasear por dicha muralla, la cual es muy concurrido por los turistas que llegan a la ciudad, si bien deberás centrar el foto de tu excursiones en otros puntos que a continuación te detallo.

En concreto, el elemento más diferenciador de Chester desde el punto de vista turístico lo encuentras en su calle principal Eastgate.

The Rows, casas entramadas en la calle Eastgate

Ahí es donde encuentras las espectaculares casas con fachadas entramadas de madera y los históricos pasajes con galerías comerciales conocidos como The Rows.

Estas últimas son unas singulares galerías cubiertas que se remontan al siglo XIII y discurren por la citada calle Eastgate, así como por las contiguas Bridge y Watergate.

Estas peculiares casas medievales de Chester tienen tiendas al nivel del suelo, pero sobre ellas se fueron desarrollando galerías cubiertas en forma de pasaje en las que también se emplazaban tiendas.

Para acceder a estas galerías, las famosas The Rows, hay que subir unos escalones que encontramos en determinados puntos de las galerías.

Lo que en la actualidad vemos en estas calles centrales de Chester son la sucesión de casas con fachadas entramadas, bajo las cuales discurren estas galerías con sus tiendas.

El mejor punto de acceso a dichas galerías está en la confluencia de las citadas calles Eastgate y Bridge, en la pequeña plaza conocida como The Cross. 

Se trata del verdadero centro de la ciudad histórica, rincón que reconocerás por su pequeña cruz de piedra, una reconstrucción de un crucifijo del siglo XV.

Si bien todas estas casas son de origen medieval, lo cual se comprueba claramente en sus  sótanos, lo cierto es que muy pocas de ellas mantienen su estructura completa.

En realidad la mayoría de las casas han tenido importantes remodelaciones, sobre todo en la época victoriana.

Reloj Eastgate

Otro rincón a destacar en la calle Eastgate de Chester es el puentecillo que la cruza en el lado este de la muralla, sobre el que se sitúa el reloj de hierro forjado Eastgate. el cual se ha convertido en un verdadero icono de la ciudad.

Se trata de un bonito reloj situado sobre el pórtico que es conocido como la Puerta del Este (Eastgate).

Para entender la importancia que ha adquirido este reloj montado sobre una estructura metálica, sirve el comentario que se hace de que el  Eastgate es, tras el Big Ben de Londres, el reloj más fotografiado del mundo.

Es imposible saber si es verdad, pero lo cierto es que en tu visita de Chester no podrás dejar de apreciar la gran belleza de este reloj, ni tampoco podrás frenar la tentación de hacerle fotos.

La historia del Reloj Eastgate de Chester va unida a la historia de la citada Puerta del Este.

Los orígenes de ésta se remontan al año 79 AC, cuando se estableció la fortaleza romana, la cual tenía una puerta de madera de doble arco, con una estatua de Marte en el centro, por la que se salía hacia las tierras del este de la fortaleza de Deva, que era como se denominaba.

En la época medieval, en el siglo XIV, se construyó una alta torre rectangular de piedra bajo la que se abría un estrecho pórtico de acceso a la ciudad.

Con posterioridad, en el siglo XVIII, ya no se hacían necesarias las murallas en la ciudad con fines defensivos, con lo que se decidió derribar las puertas, empezando por la Eastgate, la cual, por su estrechez, dificultaba el tráfico por la ciudad.

Entonces fue en el año 1768 cuando se construyó el arco que actualmente podemos ver, y que emula la puerta que a lo largo de la historia de Chester había venido ocupando ese espacio.

Y aquí es cuando empieza la historia del Reloj Eastgate.

En concreto, construir una reloj sobre el arco Eastgate fue una de las propuestas que en el año 1872 se hicieron en Chester para celebrar el Jubileo de la Reina Victoria.

Si bien el proyecto inicial era construir una torre de piedra donde situar el reloj, finalmente se decidió emplazarlo sobre una más ligera, y más barato, estructura de hierro.

El reloj se inauguró en mayo de 1899, coincidiendo con el 80 aniversario de la Reina Victoria

Con el tiempo el Reloj Easgate ha ido ganando popularidad en Chester y en toda Inglaterra, aunque no fue hasta 1956 cuando el ayuntamiento de la ciudad utilizó por primera vez la imagen del reloj en la portada de una guía oficial de turismo.

Desde entonces, somos miles los visitantes de Chester que hemos fotografiado ese bello reloj.

Catedral normanda de Chester

Desde el punto de vista monumental, la más importante visita a realizar en Chester es su catedral normanda, la cual encuentras en la plaza del Ayuntamiento.

Si tu visita la haces por la tarde de un día soleado, la catedral de Chester te sorprenderá por el color rojizo de su construcción en arenisca.

La actual edificio de la Catedral de Chester se remonta al año 1250.

De estilo arquitectónico normando, su construcción se prolongó durante tres siglos, pero realmente el origen del citado edificio es anterior.

Ya en la época de los romanos existía un templo en el sitio que actualmente ocupa la catedral.

Sin embargo, en 1093 se estableció un monasterio Benedictino y la iglesia se reconvirtió en la abadía del mismo, hasta que en 1250 el edificio se reformó para construirse el actual edificio de la catedral.

Con posterioridad, durante el siglo XIX la catedral tuvo nuevas y profundas restauraciones.

Al visitar la Catedral de Chester, un muy bonito edificio de diseño cruciforme y con una gran torre central, encontrarás un cálido y algo oscuro interior.

Además de apreciar la gran ornamentación  de su interior y las numerosas y preciosas vidrieras, debes levantar la cabeza para descubrir la belleza del techo de la nave central.

Pero dos son los rincones donde deberás centrar tu atención.

Coro de la catedral de Chester

Por un lado, el espectacular coro gótico de 1283, el cual se sitúa frente al Altar Mayor, en la nave central, y cuya obra maestra es su sillería de 1380.

Esta sillería es considerada como un conjunto único en Inglaterra, y sólo encontraremos algo parecido en la catedral de Lincoln.

La sillería de la catedral de Chester tiene 48 asientos tallados con una gran finura y decorados con un ampuloso dosel y con esculturas figurativas.

Aparte de la sillería, el atrio es del siglo XVII, además que los soportes de los candelabros. Por lo demás, el resto de los elementos del coro fueron restaurados en el siglo XIX en un estilo neogótico.

Claustro de la catedral de Chester

Y por otro lado, el bonito claustro, con su jardín central y rincones de gran belleza, como el refectorio o la sala capitular.

El claustro lo encontrarás a la izquierda de la nave central de la catedral, donde se sitúa su bello coro gótico.

Todo el conjunto arquitectónico del claustro tiene sus orígenes en el siglo XIII, cuando fue construido con un estilo conocido como gótico temprano inglés, si bien ha tenido sucesivas restauraciones, la más importante, en el siglo XVI, y la última, en el siglo XX.

El resultado es su estructura rectangular de pasillos porticados con un ambiente oscuro y un techo bellamente entramado.

Los pórticos del claustro no están abiertos al jardín, sino que están cubiertos por unas vidrieras en las que se representan hasta 130 santos, y que son la causa de ese ambiente oscuro.

La principal estancia de este claustro que podemos visitar en Chester es la espectacular Sala Capitular construida entre 1225 y 1240, donde los monjes se reunían para hacer lecturas religiosas, con su vestíbulo del año 1200.

A destacar su aparador de madera de roble, del año 1290, y su bella vidriera coloreada. De la misma época es el refectorio, salón comedor de los monjes.

En el centro del claustro se sitúa un bello jardín, en cuyo centro hay una moderna escultura, de 1994, conocida como El agua de la vida.

Horarios visita catedral de Chester

Los horarios de visita de la catedral de Chester son, de lunes a sábado, de 9,30 hasta las 18 horas, y los domingos, de 10 a 17 horas.

Para visitar la Catedral de Chester la entrada es gratis, pero en verano a los visitantes se les cobra una pequeña donación.

Ayuntamiento neogótico de Chester

Y para completar tu visita de Chester, otros rincones destacados son el edificio del Ayuntamiento y el Museo Grosvenor, donde se muestra la historia de la ciudad.

Este citado edificio de aparente estilo gótico, con su alta torre central de 49 metros de altura, no es un edificio medieval.

En realidad, el histórico edificio del Ayuntamiento de Chester se remonta a 1698, pero en 1862 se desplomó tras un incendio. Fue entonces cuando se decidió construir un nuevo edificio para albergar el consistorio de la ciudad.

Finalmente, el actual edificio fue inaugurado en 1869 por el Príncipe de Gales de entonces, quien luego sería el rey Eduardo VII.

El Ayuntamiento de Chester se construyó con un estilo arquitectónico neogótico, utilizando elementos característicos de la arquitectura gótica del siglo XIII.

En tu visita de Chester no debes conformarte con apreciar la belleza de su exterior, sino que vale la pena entrar a su interior, que también muestra dicho estilo.

Qué mejor pretexto para ello que ir a la Oficina de Turismo que se encuentra en su interior.

En realidad, la mayor parte de las oficinas administrativas municipales se encuentran en un edificio anexo, y el edificio ha quedado como un símbolo del gobierno civil de la ciudad.

De hecho, se pueden alquilar estancias y también es muy utilizado para bodas.

Mapa: dónde está y cómo llegar a Chester