Cuando viajamos a otros países, uno de los atractivos es poder probar los platos típicos locales. Y en el caso de nuestro viaje a Escocia, nos encontraremos con una gastronomía propia, diferenciada del resto de Gran Bretaña, la cual merece la pena probar.
A este respecto, el plato más típico de Escocia son los «haggis, neeps and tatties» que, cierto es, no a todo el mundo le puede apetecer probar.
Los haggis se trata de un gran embuchado (a modo de gran morcilla) de asaduras del pulmón, hígado y corazón del cordero, junto con cebolla y avena, todo ello muy especiado. Los haggis se nos presentan en el plato como si fuera una gran hamburguesa, o dos enormes rodajas de morcilla. Generalmente se acompañan de neeps y tatties, o lo que es lo mismo, puré de patata y nabo, o con ensalada.
El sabor resulta bastante especiado e intenso, lo que unido a los ingredientes propios de casqueria, no es un plato que a todo el mundo guste. Pero es el plato típico de Escocia.
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