Lo mejor que ver y hacer en Minneapolis (Minnesota)

(En este artículo se detalla una etapa de un viaje costa a costa por Estados Unidos)

Estamos en Minneapolis, la ciudad más poblada del estado de Minnesota, que también es conocido por su apodo, la Tierra de los 10.000 lagos., en la zona de los Grandes Lagos al norte de Estados Unidos.

Tales lagos, junto con los demás cursos de agua y sus numerosos parques y bosques nacionales, ofrecen a los residentes y turistas una clara vocación de estilo de vida al aire libre en las épocas primaverales y veraniegas.

Como te puedes imaginar, la ciudad es muy rica en agua, con cerca de veinte lagos y humedales, más el río Mississippi, arroyos y cascadas.

Por ello también se conoce a Minneapolis como la Ciudad de los Lagos, una expresión que aparece en muchos vehículos y propiedades municipales.

Lo mejor que ver y hacer en Minneapolis en un día

En esta nueva jornada de nuestro viaje por la región de los Grandes Lagos, desde el hotel que estaba situado en las afueras nos dirigimos hacia el centro de la ciudad.

He de reconocer que el Downtown nos pareció bastante monótono, aburrido y standard, con muchos edificios de oficinas bastante uniformes, con restaurantes y poca cosa más.

Río Mississippi en Minneapolis

De allí nos fuimos al otro lado del río Mississippi, a una zona llamada River Side, aparentemente bastante agradable para vivir, con casas de un barrio medio americano.

La ribera del río da la sensación de ser una zona en proceso de transformación y regeneración, con una oferta reciente de locales de ocio.

El Mississippi nace unos kilómetros al norte de Minneapolis.

Aunque Minnesota es denominado el estado de los 10.000 lagos, parece ser que realmente son 12.000.

Paseo por los Lagos en Minneapolis

Desde el River Side nos dirigimos a la zona de los lagos de la ciudad.

Muy cuidada, se pueden recorrer en bici los caminos que los rodean, o bien caminando, con patines o en coche. Muchos de ellos se enlazan por un recorrido interlagos.

Los tres lagos que hemos visto en Minneapolis configuran una fantástica zona de ocio y de relax.

Caminando hemos dado la vuelta completa al Lago Harriet, más de cuatro kilómetros en unas dos horas.

Aunque el día estaba nublado pero sin llover, ha sido un paseo muy agradable, muy relajante.

A lo largo del camino hay diversos embarcaderos con pescadores y sus cañas, hay gente remando en sus canoas, y también una gran cantidad de ardillas de diversos colores y tonalidades que solo huyen cuando realmente te acercas a menos de dos metros.

Hemos aprovechado el recorrido para tomarnos un hotdog y una bolsa de palomitas.

Nos sentamos en los bancos que rodean el lago para mirar la tranquilidad, respirar árboles y sentir el agua. Mucha gente haciendo jogging, en bicicleta y en patines.

Hay momentos en que da la sensación que en lugares así siempre es domingo.

En algunos rincones hay pequeñas playas con niños pequeños jugando en la arena y bañándose en el lago.

Lo que también nos sorprendió fue la gran cantidad de casas preciosas que rodean el lago.

Todas fantásticas, amplias, con terrazas con vistas al lago, con césped muy cuidado, la vegetación exuberante.

Parece mentira que tanta gente pueda disponer de este tipo de residencias, todas, además, sin cercas ni vallas, con jardines compartidos entre todos, a la vista todo.

Nos llamó la atención un grupo de solitarios bancos que rodean los lagos, en su recorrido de caminante, y que transmiten una cierta melancolía.

Quizás faltemos nosotros, o alguien permanentemente sentado ahí para no perder esa paz.

También pasamos junto al Lago Calhoun, muy hermoso, y seguimos camino hacia el Lago de las Islas.

Rose Garden en Minneapolis

Antes de llegar a este lago, nos desviamos unos metros para visitar el Rose Garden, jardín que, como el de San Francisco, ofrecía a la vista multitud de formas y colores de la rosa.

Estuvimos un buen rato oliéndolas y fotografiando primeros planos de los pétalos.

El Lago de las Islas, más pequeño que los anteriores, tiene una isla en su centro, así como diversos embarcaderos para clubs de remo.

Había bastantes canoas en el lago y gente en una playa.

Finalmente fuimos a visitar una zona más comercial de la ciudad, donde comimos en un restaurante / pub / sala de fiestas llamado Slims Saloon.

Recuerdo que en el hotel vimos La Diligencia (The Stagecoach) de John Ford, película rodada en Monument Valley.