Qué es y cómo hacer turismo sostenible

Cada vez está más de moda el término turismo sostenible, pero lo cierto es que la mayoría de los turistas y viajeros no somos conscientes de lo que realmente implica.

Esa ha sido nuestra experiencia hasta hace bien poco, a pesar de que se trata de una inquietud promovida desde hace ya más de 25 años a nivel mundial.

Y te adelanto que, como supones, el turismo sostenible es un concepto que tiene que ver con el medio ambiente, pero hay otros aspectos que van mucho más allá de no tirar plásticos cuando haces senderismo en un destino turístico.

A continuación te vamos a explicar qué es turismo sostenible y te vamos a dar unos consejos y ejemplos prácticos a tener en cuenta durante tus viajes.

Qué es el turismo sostenible

La inquietud por el turismo sostenible se remonta a la década de los 90 del pasado siglo.

Por entonces instituciones como el Consejo de Europa o las Naciones Unidas (ONU) presentaron recomendaciones para paliar el creciente impacto de las actividades turísticas sobre el medio ambiente.

Por su parte la Organización Mundial del Turismo (OMT) lo define como el turismo que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas.

Por tanto, son tres los ejes sobre los que se sustenta el concepto de turismo sostenible, en concreto, el ambiental, con el uso adecuado de los recursos naturales.

También el socio-cultural, que implica el respeto por la diversidad de culturas; y asimismo el económico, con el fomento de prácticas empresariales adecuadas y el desarrollo de la economía local.

Diferencia entre turismo sostenible y turismo responsable

A veces verás que se habla de turismo sostenible y también de turismo responsable.

Pero, ¿cuál es la diferencia?

En realidad se trata de dos acercamientos diferentes a la problemática ambiental, social o económica que puede generar la actividad turística.

El turismo sostenible se refiere a las buenas costumbres y consejos que se han de seguir para evitar dicha problemática, mientras que el turismo responsable es el compromiso de las instituciones y empresas para cumplir dichos consejos.

En el caso de las empresas turísticas es una parte implícita de la denominada Responsabilidad Social Corporativa (RSC).

Turismo responsable en Accor Hoteles

Un ejemplo de la aplicación del turismo responsable es el de la compañía hotelera Accor Hoteles, propietaria de cadenas tan populares como Mercure, Novotel o Ibis,

Esta compañía lleva años aplicando diversos programas como Planet 21 con protocolos que buscan desarrollar toda la actividad hotelera con criterios sostenibles.

Un ejemplo concreto es el plan Nuestras toallas plantan árboles, cuyo ahorro de agua al no cambiar las toallas todos los días se ha traducido hasta ahora en la plantación de hasta 12.000 árboles en terrenos de Toledo y Valencia.

También cabe destacar el plan que trata de reducir el desperdicio de alimentos en los buffets de los desayunos, consiguiendo hasta un 30 por ciento de reducción.

Otra vertiente de la estrategia de turismo responsable que está llevando a cabo Accor Hoteles es la mayor oferta en las cartas de productos de alimentación orgánicos, de temporada y proximidad.

Buenas prácticas de turismo sostenible

Pero en nuestra posición como turistas y viajeros, ¿cómo sabemos cuáles son realmente las buenas costumbres que debemos seguir para practicar el turismo sostenible?

Protección del medio ambiente

Como ya hemos comentado, evitar el deterioro del medio ambiente es un aspecto básico cuando hablamos de turismo sostenible.

Hacer senderismo para llegar a determinados lugares, evitando el uso de vehículos a motor, o no dejar desperdicios durante nuestras excursiones o visitas, son a este respecto buenas costumbres.

Pero también limitar y regular el acceso a lugares naturales con excesiva demanda turística, como, por ejemplo, las islas Cíes o la playa de las Catedrales en Galicia, son prácticas vinculadas al turismo sostenible.

O también es una buena costumbre dar preferencia a transportes públicos menos contaminantes, como el tren, para desplazamientos de larga distancia, o la bicicleta para la visita de ciudades.

Respetar la biodiversidad

Una variante del respeto del medio ambiente durante tus viajes es el del respeto de la biodiversidad.

De este modo, observar y disfrutar de la naturaleza no debe poner en peligro ni propiciar el maltrato de los animales, asegurando, por ejemplo, el máximo respecto con ellos durante un safari fotográfico en Africa.

Conservación del patrimonio cultural

Pero este concepto abarca también facetas como la conservación del patrimonio, lo cual se ha de tener en cuenta en el desarrollo turístico de las regiones.

Cuidar y respetar los monumentos y edificios históricos es básico a la hora de visitar los destinos turísticos.

La limitación y regulación del acceso a determinados monumentos como, por ejemplo, la Alhambra de Granada debe convertirse en una regla cuando el exceso de turistas ponen en peligro el buen disfrute de los mismos.

O también la preservación de lugares patrimoniales como las cuevas de Altamira en Cantabria o las de Lascaux en Francia,  donde no visitas las cuevas originales sino una emulación de las mismas.

Y otro ejemplo es el complejo megalítico de Stonehenge al sur de Inglaterra, del que se han separado todas las instalaciones y servicios turísticos, que se han llevado un par de kilómetros de distancia, propiciando la preservación del paisaje.

Respetar otras culturas

También implica respetar otras culturas, algo básico a la hora de viajar, pues debemos adaptarnos y respetar las costumbres de los lugares visitados, así como tener inquietud por entenderlas.

Respetar las normas de cortesía y eliminar un lenguaje ofensivo o con estereotipos son aspectos a tener en cuenta.

Hacer compras responsables

Al hacer compras durante nuestros viajes, para asegurar que practicamos un turismo sostenible, hemos de tener en cuenta en la medida de lo posible que los productos adquiridos no hayan sido producidos con explotación laboral.

Asimismo, una buena práctica es respetar a los comerciantes y vendedores locales, y tener empatía con ellos.

Pagar un precio justo

La compra responsable implica pagar un precio justo por los productos que adquirimos durante nuestros viajes.

Por ejemplo, seguir la costumbre del regateo en determinados países, en ningún caso implica “exprimir” al vendedor tratando de conseguir un ahorro que en la mayoría de los casos es ridículo.

Comprar productos locales

Otra forma de practicar el turismo sostenible es comprar en nuestros viajes productos que vayan en beneficio de la economía local.

Consumir platos típicos en los restaurante o comprar productos de fabricación local son buenos ejemplos de este tipo de turismo.

Por supuesto, también comprar productos de artesanía local es una buena costumbres que ayuda al desarrollo de la economía de las regiones visitadas.