En tu viaje al norte de Marruecos, además de pasear por medinas y ver lugares más o menos exóticos, también puedes encontrar rincones de máximo lujo.
Un ejemplo es el muy lujoso y exclusivo hotel Le Mirage que se encuentra en la costa muy cerca de Tánger, al sur del Cabo Espartel, junto al paraje conocido como Cueva de Hércules.
Tánger tiene una larga historia de ciudad internacional pues, de hecho, desde 1923 y 1960 estuvo bajo un protectorado de varios países.
Ese carácter internacional en los últimos tiempos ha vuelto a ser impulsado con el gran desarrollo industrial de la ciudad, de forma que Tánger se está convirtiendo en sede de numerosas compañías internacional.
Por tanto no te debe sorprender que en esta ciudad marroquí se estén construyendo numerosos hoteles de cinco estrellas para albergar a los ejecutivos que la visitan.
Pero el hotel Le Mirage es otra cosa. Se trata de una gran mansión de lujo con decoración de estilo europeo cuyas suites son elegidas para alojarse por grandes fortunas del mundo financiero, político o del deporte.
En la sala de fotografías del hotel puedes ver, por ejempo, a Messi o Cruyff, y también a políticos de muchos países.
Y en particular el hotel Le Mirage es muy frecuentado por grandes fortunas españolas.
Si aprovechando su cercanía, apenas 20 minutos, al aeropuerto de dicha ciudad marroquí, tienes la curiosidad de saber cuánto te costaría darte el lujo de pasar un fin de semana en el hotel Le Mirage de Tánger, no encontrarás sus precios en las agencias online.
Te aviso que tendrás que llamar directamente al hotel o enviar un mail para consultarlo. Supongo que te lo darán, aunque, según he leído, te adelanto que por pasar una noche te cobran unos 8.000 euros (me cuesta creerlo…).
Visita hotel Le Mirage
Ahora bien, te diré que tienes la posibilidad de darte el placer de visitarlo y tomarte un té, y de esta forma poder ver su espectacular emplazamiento sobre un acantilado, justo donde se inicia la impresionante playa que se prolongará por toda la costa atlántica de Marruecos, solo cortada por algunas poblaciones.
Yo lo he hecho un par de veces y vale realmente la pena.
Cuando llegues en coche a la puerta del hotel, el personal de recepción de la entrada del aparcamiento normalmente te dejará entrar.
En una ocasión no fue así, pues cuando llegué se veía mucho “movimiento” y no me dejaron entrar; luego me enteré que precisamente coincidía una visita del ministro de Asuntos Exteriores de España.
Ya en el interior, puedes llegar al muy lujoso gran salón situado en el centro del edificio principal, y ahí te puedes sentar para tomarte un té (3 euros) o, si lo prefieres, comer en su restaurante.
Pero lo que realmente vale la pena es salir a la terraza exterior y disfrutar de las impresionantes vistas panorámicas de la enorme playa.
Podrás comprobar como las distintas suites del hotel se distribuyen por el acantilado, de forma que desde todas ellas se puede disfrutar de esas excelentes vistas.
Desde ahí entiendes que pueda quedar justificado al menos una parte de su precio.
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