Posiblemente no conozcas una de las leyendas más curiosas de Madrid, la del cuerpo incorrupto de la beata Mariana de Jesús, copatrona de la ciudad junto con San Isidro.
¿Y sabes que cada 17 de abril puedes verlo en el Convento de las Mercedarias de San Juan de Alarcón?
Efectivamente, en dicho convento situado a espaldas de la Gran Vía de Madrid, donde reside la orden de las Mercedarias Descalzas, se conserva el cuerpo de Mariana de Jesús, monja beatificada por Pio VI en 1873, y el cual parece que se ha mantenido incorrupto desde su fallecimiento en 1624.
Fundadora de dicha orden, Mariana de Jesús se dedicó a la vida religiosa a pesar de la oposición de sus padres, y en 1606 ingresó en la Orden de la Merced.
Durante su vida manifestó ver reiteradamente a la Virgen y, asimismo, se la atribuye algún milagro.
Nada más fallecer en 1624, se inició el proceso de beatificación impulsado por el propio rey Felipe IV.
Pero su leyenda se inicia cuando en 1627 se abrió el sepulcro y se encontró el cuerpo de Mariana de Jesús totalmente incorrupto, como si estuviera viva, y con una agradable fragancia.
Y así dicen (yo no he tenido la ocasión de verlo…) que se ha mantenido hasta la actualidad.
Dónde se expone el cuerpo incorrupto de la Beata Mariana de Jesús
De hecho, cada 17 de abril el cuerpo incorrupto se expone a la veneración de los creyente en el Convento de las Mercedarias de Alarcón de Madrid.
El Convento de Santa Bárbara, donde al principio se exponía, fue destruido.
Si en esa fecha vas a ver el cuerpo incorrupto de la beata Mariana de Jesús, la cara no la encontrarás expuesta, pues se desfiguró tras las manipulaciones realizadas tras su fallecimiento para hacer unas mascarillas.
Sin embargo, podrás ver sus manos.
El Convento de las Mercedarias de Alarcón, el cual se terminó de construir en 1671, lo encuentras en la calle Valverde 15, a espaldas del edificio de Telefónica de la Gran Vía, esquina con la calle Puebla.
Una gran santa,cuyos ejemplos debemos cumplir para llegar a nuestra salvacion
Estamos en visperas de los acontecimientos finales, y cada dia que pasa respetamos menos a Dios, ya ni los propios sacerdotes rezan como deben, estamos a un suspiro,de la condenacion, y no reaccionamos ante las advertencias del cielo .