Euskadi no es lugar donde puedas encontrar castillos, y menos que se remonten a la Edad Media.
Pero en mi reciente viaje a la comarca de Uribe, que puedes visitar muy cerca de Bilbao, no solo descubrí el que está considerado como el único castillo de Euskadi, sino también el mejor ejemplo que queda de una torre defensiva de la Edad Media.
La primera fortificación a la que me refiero es el castillo de Butrón, que tal como lo podemos ver ahora es el resultado de una gran reforma y ampliación que se llevó a cabo en el siglo XIX, cuando pasó a propiedad del Marqués de Cubas.
El castillo, que en la actualidad está cerrado y sin uso, muestra una mezcla de estilos arquitectónicos que llevan a definirlo como una fortaleza romántica que mantiene tal atractivo que su enclave es visitado cada día por numerosos turistas.
Pero el verdadero origen del castillo se encuentra en las casas-torre que abundaban en Bizkaia en la época medieval.
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Torres defensivas en Bizkaia
Pero, ¿como eran estas casas-torre? En la misma comarca de Uribe puedes ver la casa-torre que mejor se conserva en Bizkaia manteniendo su configuración original. Se trata de la Torre Martiartu, que encuentras cerca de Erandio.
El origen de las casas-torre se remonta a la Baja Edad Media, cuando en Bizkaia surge la nueva categoría social de los hijosdalgos y los señores de la nueva nobleza local.
Sus primeras viviendas se convirtieron en casas-fuerte, en realidad torres defensivas que con el tiempo pudieron evolucionar a convertirse en palacios fortificados.
El Fuero Nuevo de Bizkaia de 1526 eliminó la limitación que hasta entonces había de que “villanos y labradores” pudieran construirse su propia casa-fuerte. Esto propició que en la Edad Media, solo en la merindad de Uribe que agrupaba a 37 villas se contabilizaran hasta 22 torres, y que en toda Bizkaia hubiera más de 160 casas-torre.
Torre Martiartu
La Torre Martiartu tiene sus orígenes en esa época, aunque su configuración actual de torre es del siglo XVI, tras la ampliación y conversión en torre defensiva por orden de Don Martín Ortiz de Martiartu.
Distribuida en tres plantas, con 18 metros de alto y 14 metros de ancho, los muros de sillería tienen una anchura de 2,40 metros.
La Torre Martiartu es una de las pocas fortificaciones no desmochadas, y además destaca en su fachada oeste un matacán y una aspillera.
Situada en la ladera de un monte, junto a la torre encuentras la pequeña ermita de San Antonio de Martiartu y una campa donde se suelen celebrar competiciones de arrastre de piedras por bueyes, uno de los tradicionales deportes rurales de Euskadi.
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