Una de las visitas imprescindibles en tu viaje a Pekín Beijing es, sin duda, el Templo del Cielo.
En este histórico monumento de China podrás revivir el ambiente de las ceremonias sagradas que los emperadores chinos hacía cada año para rogar por una buena cosecha.
El Templo del Cielo, monumento ceremonial que se terminó de construir en el año 1420, y que fué utilizado por los emperadores de las dinastías Ming y Qin, hasta el año 1911, se encuentra junto al parque de Tiantan, en Pekín / Beijing, y ocupa 273 hectáreas.
Para entender la importancia del Templo del Cielo en la historia de la China Imperial, hay que saber que el Emperador era considerado el Hijo del Cielo, y por tanto, un intermediario entre la Tierra y el Cielo.
Este pensamiento se basa en el confucianismo, religión preponderante en aquélla época en China, que seguía la filosofía de Confucio.
El Templo del Cielo fué construido para mostrar esta autoridad del emperador en forma de ceremonias de sacrificios dedicados al Cielo.
La más importante de estas ceremonias es la que cada año se hacía durante el solsticio de invierno. El emperador se dirigía al Templo del Cielo para, por medio de un sacrificio, rogar por tener una buena cosecha.
El Templo del Cielo no es un templo de características similares a las de las iglesias de la cultura occidental. En tu visita al Templo del Cielo comprobarás que, en realidad, en el entorno de un gran parque, conocido como Tiantan, se ubican varios edificios y un impresionante altar circular.
Todo el recinto tiene una muralla exterior y hay otra interior que separa los edificios.
El Emperador, tras tres días de grandes celebraciones, el día anterior al del solsticio de invierno se dirigía con toda su corte, y vestido con un ampuloso vestuario, al parque de Tiantan, y en la Bóveda Imperial del Cielo se dedicaba a la meditación.
Luego pasaba la noche en el Salón de Oración por la Buena Cosecha. Y al día siguiente, el del solsticio de invierno, se sacrificaba un animal en el Altar del Cielo o Altar Circular. Toda esta ceremonia se llevaba a cabo sin la presencia del pueblo chino.
En tu visita al Templo del Cielo comprobarás que el Salón de la Oración por la Buena Cosecha y el Altar Circular se encuentran separados por un camino de piedra de 350 metros de longitud.
El Templo del Cielo fué declarado en 1998 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es una visita imprescindible en Pekín.
Te digo más, en nuestra opinión es de los más bonitos e interesantes que pudimos ver en todo China.
Toda la información al detalle
Parque de Tiantan
El Templo del Cielo se encuentra enclavado dentro de un enorme parque, cuyas dimensiones suponen el doble que las de la Ciudad Prohibida. Se trata del parque de Tiantan.
Cuando el Templo fue abierto al público tras la caída del último emperador en 1912, del parque de Tiantan pasó a convertirse en un lugar de disfrute para los ciudadanos de Pekín.
Todo lo contrario de lo que venía sucediendo hasta la llegada de la Revolución China, pues el Pueblo tenía prohibida visitar este parque y no podía asistir a las ceremonias protagonizadas por el emperador.
En las 275 hectáreas que ocupa el parque de Tiantan, con sus dos kilómetros de distancia de norte a sur, se disponen los distintos edificios del Templo del Cielo.
En la actualidad, cuando tienes la ocasión de visitar el Templo del Cielo, lo primero que te sorprenderá es ver cómo el parque de Tiantan está muy concurrido por los pekineses.
Lo más recomendable para acceder al Templo del Cielo, es entrar por la puerta noreste del parque de Tiantan, dirigiéndote directamente al Salón de la Oración por la Buena Cosecha.
En este tramo tendrás ocasión de recorrer el Largo Corredor, un largo pasillo cubierto por una estructura de madera con una decoración de gran colorido y belleza, de estilo similar al que también encontrarás en el Palacio de Verano de Pekín.
Largo Corredor
En este paseo por el Largo Corredor del Templo del Cielo, de 340 metros de longitud, podemos ver grupos de personas practicando diversas actividades, como la práctica del taichi o el badminton.
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También, bajo el propio pasillo techado encontrarás músicos interpretando instrumentos típicos chinos, así como diversos grupos de personas jugando a distintos juegos.
En suma, este paseo por el parque de Tiantan de Pekín Beijing, en dirección a los edificios del Templo del Cielo, nos recuerdan imágenes de días festivos en grandes parques, como puede ser el del Retiro en Madrid, eso sí, con actividades y costumbres chinas.
Salón de Oración
El templo más majestuoso de todos es el conocido como Salón de Oración por la Buena Cosecha. A él se dirigían cada año, en el mes de enero, los emperadores de las dinastías Ming y Qing, hasta el año 1911, para rogar por tener una buena cosecha.
Situado al norte del gran recinto del Templo del Cielo, se trata de un palacete redondo, el cual encontramos sobre una gran plataforma redondeada de tres niveles, con bellas barandillas, todo realizado en mármol blanco.
El edifico del Salón de Oración por la Buena Cosecha está construido totalmente en madera, con 28 enormes columnas en su interior. La disposición de estas columnas tiene una gran simbología.
En los 32 metros de diámetro del edificio, se disponen cuatro columnas que representan las cuatro estaciones del año, otras 12 columnas, que representan los 12 meses del año, y otras 12 más, que simbolizan las 12 horas del día.
La altura del bello edificio del Salón de Oración por la Buena Cosecha es de 33 metros, y su tejado redondo se dispone también en tres niveles.
Bóveda Imperial en el Templo del Cielo
La Bóveda Imperial del Templo de Cielo se encuentra entre el edificio principal del salón de la oración del que os acabo de hablar.
Construido en madera y con un precioso tejado de baldosines de color azul oscuro, que más bien parece un paraguas, la Bóveda Imperial del Cielo es un edificio redondo de menor tamaño que el citado Salón de Oración.
Con sus 19 metros de altura y los casi 16 metros de diámetro, la Bóveda Imperial del Cielo era el primer edificio al que el Emperador acudía a meditar en la ceremonia del solsticio de verano.
En su interior destacan las tablas de madera que encontramos colocadas en urnas, y que representan a dioses. El exterior lo verás rodeado por muy bellas barandillas de mármol blanco.
Junto a la Bóveda Imperial del Cielo se encuentra uno de los lugares más curiosos del Templo del Cielo.
Me refiero al conocido como el Muro del Eco, una pared circular de 60 metros que se caracteriza por su capacidad de provocar eco, de forma que si hablas en un lado de la pared, las voces se oyen en el lado opuesto.
Te adelanto que seguro que en tu visita del Templo del Cielo pasarás un buen rato probando si, efectivamente, se oye el eco. Te confirmo que aunque hablen bajo, podrás oir las voces de quienes están en el lado opuesto de la citada pared circular.
Altar Circular del Templo del Cielo
En tu visita del Templo del Cielo de Pekín, lo habitual es que accedas por la parte norte desde el parque de Tiantan, tras pasar por el Largo Corredor.
Ya en el recinto del Templo, en nuestro recorrido de norte a sur, el Altar Circular, o Altar del Cielo, será el último lugar que visitemos, pues tras él se encuentra la puerta sur del Templo del Cielo.
El Altar Circular es el lugar donde se llevaban a cabo los sacrificios rituales, entre los que el más importante era el del solsticio de invierno para rogar por tener una buena cosecha.
Para acceder al Altar Circular hemos de cruzar una puerta que se abre en la muralla interna del recinto del Templo del Cielo, y que une el Altar con el edificio de la Bóveda Imperial del Cielo.
Construido en el año 1530, el Altar Circular es una plataforma concéntrica con tres terrazas rodeadas de barandillas de mármol blanco. Cada una de las terrazas tiene nueve escalones, el número icono para los chinos.
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En el pasado, en el centro del Altar Circular del Templo del Cielo se situaba el Trono del Cielo, considerado en su día en la China Imperial como el centro de la Tierra.
este no es el templo de china
Jandra, pero te aseguro que es el templo de Pekín Beijing porque yo mismo he hecho las fotos…